Los fanáticos de la lucha libre experimentaron el pasado 8 de abril la trágica muerte de una de las figuras emblemáticas de la disciplina de la década de los 80 y 90, Ultimate Warrior. El carismático luchador sufrió un ataque al corazón tres días después de ser exaltado al Salón de la Fama de la empresa World Wrestling Entertainment (WWE).

La máxima empresa promotora de la lucha libre profesional en el mundo documentó el regresó de Warrior (el nombre que James Brian Hellwig adoptó legalmente en el 1993) a la WWE después de 18 años de ausencia durante el fin de semana de actividades de la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama. El filme, titulado Warrior: The Ultimate Legend recogió la carrera de Warrior, desde sus inicios en el fisiculturismo, su entrada y ascenso al estrellato como una de las figuras más reconocidas de la entonces World Wrestling Federation (WWF), sus pleitos legales contra la empresa, su paso por muchas otras compañías y su retorno, el 5 de abril, al escenario donde se hizo famoso.

Pero para muchos fanáticos y seguidores de la lucha libre que vieron el documental, la pieza recogió a un Warrior que regresó al lugar de donde fue expulsado en tres ocasiones distintas para sellar heridas y perdonar a figuras como Vince McMahon y Terrence Gene “Hulk Hogan” Bollea, quienes tuvieron sus roces con el luchador durante su estadía en la WWF y la World Championship Wrestling (WCW).

A lo largo del documental se detallaron los roces que Warrior tuvo con McMahon y que desembocaron en su suspensión inmediata y primera salida de la empresa en octubre de 1991, al igual que la demanda que entabló contra la WWE por el largometraje The Self-Destruction of the Ultimate Warrior, pieza que, según el luchador, caracterizó de forma negativa su carrera en la empresa. Ambas figuras tuvieron múltiples discusiones debido a dinero.

Sin embargo, durante su estadía de tres días para las actividades de la exaltación, Warrior tuvo la oportunidad de estrechar la mano de McMahon y conversar con el líder de la WWE, cerrando así un agrio capítulo en las respectivas historias de ambos. Del mismo modo, Hulk Hogan se encontró con Warrior antes del inicio de la ceremonia y el veterano luchador le pidió perdón por las cosas que hizo y los comentarios que realizó en el documental The Self-Destruction of the Ultimate Warrior.

Warrior tuvo su última aparición en la WWE en el episodio de Raw del 7 de abril, un día antes de su muerte. Sin embargo, justamente antes de dar su discurso de aceptación, e inmediatamente después del hecho, al luchador se le notó sudando profusamente y falto de aliento cada vez que terminaba de hablar.

Pese a su trágica muerte, Warrior pareció dejar atrás todos los sinsabores, malos ratos y conflictos internos con la WWE y sus gerenciales al visitar la empresa y participar en su primer evento televisivo desde el 1996, y se despidió de sus fanáticos en su forma única e inigualable. Warrior partió de este mundo sin enemigos y con el respeto y admiración de todos en el mundo de la lucha libre.