LONDRES - Incluso con 37 años y cinco títulos de Wimbledon en su colección, Venus Williams todavía tiene un enorme deseo de ganar. 

Y lo exhibió en todo su esplendor este año en el All England Club, donde enfrentará el sábado a la española Garbiñe Muguruza en su novena final de Wimbledon. 

“Sin duda estoy en la situación que quisiera estar”, dijo la estadounidense. “Han sido dos semanas largas. Ahora estoy a las puertas de un título, y es donde quería estar”. 

Williams tiene gratos recuerdos de estas canchas de césped, donde ganó su primer título de Grand Slam en 2000. Además, sumó el último de sus siete trofeos de majors en 2008. 

Relacionadas

Poco después, en 2011, Williams anunció que sufría de la enfermedad Sjogren, una condición que provoca fatiga y dolor en las articulaciones. Se perdió algunos torneos importantes, y fue eliminada en las rondas iniciales de varios majors. 

A pesar de las adversidades, resucitó su carrera, y ha jugado como en sus mejores tiempos en los 12 últimos meses. El año pasado alcanzó las semifinales de Wimbledon, y este año perdió la final del Abierto de Australia contra su hermana menor Serena. 

“Todavía falta mucho por hacer, me falta un partido que me gustaría ganar”, dijo. “Tengo que salir a jugar bien y conseguirlo”. 

La jugadora del otro lado de la cancha también tiene experiencia en la Cancha Central del All England Club, donde perdió la final de 2015 ante Serena. 

Serena no disputó Wimbledon este año porque está embarazada y no jugará el resto del año. Pero Venus probablemente consulte con ella para recibir consejos antes del encuentro del sábado. 

“Serena la enfrentó en la final, así que definitivamente hablaré con ella”, dijo Venus. “Estoy segura que me dará algunos consejos que podrían marcar la diferencia en el partido”. 

Muguruza derrotó a Serena para ganar el Abierto de Francia en 2016, y anticipa un ambiente similar cuando choque con la mayor de las Williams. 

“No creo que sea muy distinto. Una final es una final”, indicó la tenista de 23 años nacida en Caracas y con nacionalidad española. “Sólo puede haber una ganadora, y la raqueta lo decidirá todo”. 

Muguruza tiene en su esquina a una nueva entrenadora, la campeona de Wimbledon en 1994, Conchita Martínez. 

“Creo que me ha ayudado a lidiar con el estrés del torneo, porque es un torneo largo”, señaló. “Ella sabe cómo prepararse, cómo entrenador, qué hacer”. 

“Tampoco es que esté haciendo las cosas muy distintas, francamente. Pero tenerla a mi lado me da esta confianza de contar con alguien que ha ganado antes”. 

Williams y Muguruza se han enfrentado en cuatro ocasiones, y la estadounidense ha ganado tres veces, aunque nunca han jugado en césped. 

“Es bueno que hayan jugado antes, y que ella le haya ganado, así que sabe qué esperar”, indicó Martínez sobre el partido del sábado. “Sólo tiene que jugar, sin preocuparse quién es la favorita. Tiene que pensar en el próximo punto, y en nada más”. 

Cuando Martínez ganó su único título de Grand Slam en Wimbledon, derrotó en la final a Martina Navratilova, que entonces tenía 37 años. Williams es la finalista de Wimbledon de mayor edad desde entonces. 

Pero, en esta circunstancia, la edad parece ser una ventaja para Williams. 

“Creo que es maravilloso tener la oportunidad de jugar bien y ser fuerte y tener esa experiencia”, dijo Williams. “Creo que la experiencia puede ser beneficiosa o perjudicial. Creo que me está beneficiando”.