Víctor Cruz conquista a la “Big Apple”
El receptor celebra sus anotaciones con su bailecito para alegrar a su abuela.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Nueva York. Víctor Cruz, profesor de salsa: la popularidad del wide receiver de los Giants de Nueva York no parece tener límites.
Tras comenzar la temporada como un jugador sin un puesto seguro, Cruz es todo un ídolo en Nueva York y atrajo el martes a una multitud en una tienda de ropa deportiva en el corazón de Times Square para enseñarle cómo se baila salsa.
Cruz ha sido la sensación de los Giants, que se preparan para enfrentar a los Patriots de Nueva Inglaterra en el Super Bowl el 5 de febrero en Indianápolis.
Aparte de su inesperada producción, el jugador de ascendencia puertorriqueña cautivó a Nueva York por su peculiar manera de festejar cada vez que anotaba un touchdown tras un pase de Eli Manning.
La primera de sus nueve anotaciones fue el 25 de septiembre y lo que hizo fue bailar salsa en la zona de anotación. Fue una idea que se le ocurrió para alegrar a su abuela, Lucy Molina.
“Soy medio puertorriqueño y mi abuela fue quien me enseñó los pasos, lo hago para ponerla contenta. Salió de la nada”, dijo el receptor de 25 años. “El éxito fue inmediato y no he dejado de hacerlo”.
Cruz, de padre de raza negra y madre boricua, se ha convertido en el rostro de la creciente presencia de jugadores de origen hispano en la NFL.
El Super Bowl, de hecho, tendrá la peculiaridad de enfrentar a dos jugadores de origen puertorriqueño que son piezas fundamentales: Cruz contra Aaron Hernández, tight end de los Patriots.
El fútbol americano es un deporte que aún está muy lejos de ser el más popular en la Isla, donde el básquetbol, el boxeo y el béisbol dominan. Pero Cruz entiende que este Super Bowl servirá para que le presten atención: “Somos más gente con nombres hispanos. Yo quiero ayudar para que más niños se interesen en jugar”.
“Todo esto me divierte. Me gusta que la gente me considere como un modelo”, añadió.
La llegada de Cruz a la NFL se concretó como agente libre en 2010 y quedó descartado tras tres partidos debido a una lesión del tendón de la corva.
Se encontró con la titularidad esta temporada gracias a las lesiones de sus compañeros y no desperdició la oportunidad que le dio el entrenador Tom Coughlin.
“Soy consciente que al comenzar el año buscaba ganarme una plaza en el equipo, demostrarle a mi entrenador que tenía el talento suficiente y que era capaz de hacer grandes jugadas”, afirmó.
Además de sus nueve touchdowns, Cruz terminó la temporada regular con 82 atrapadas y batió el récord del equipo al acumular 1,536 yardas.
“Todo esto ha sido un sueño que no cambiaría por nada. Pero aún queda un partido, el más importante de todos y tenemos que ganarlo”, indicó.
Hasta ahora, en tres partidos de postemporada –ante Atlanta, Green Bay y San Francisco– no ha podido anotar un touchdown y así bailar. ¿Qué tal si lo consigue en el Super Bowl?
“No estaría mal hacerlo en ese fin de semana que se acerca”, señaló Cruz.