Luego de confirmado el regreso de las tradicionales Pinkin al Voleibol Superior Femenino, viene el regreso a la realidad.

Las Pinkin jugarán en la siguiente temporada, que inicia en enero del 2020. Será la primera participación de las 17 veces campeonas nacionales desde la temporada del 2013.

Lo harán bajo la administración de su pasada acomodadora e hija de Corozal, Lilly Rojas.

Pero luego de la alegría de aportar a su pueblo natal y al deporte que le ha dado tanto, la confirmada apoderada de las Pinkin dijo que comienza un poco desilusionada.

“Es como comprar un carro y estar a pie”, comparó.

La apoderada explicó que el regreso de las Pinkin fue tratado por la Junta de Directores de la Liga como un equipo nuevo, sin derecho a reservas de jugadoras y escogiendo en último lugar en el próximo sorteo de jugadoras. El regreso fue aprobado por la Junta el sábado pasado.

Al desaparecer como franquicia en el 2016, las Pinkin perdieron derecho a sus reservas, que están repartidas en otros equipo o retiradas del voleibol.

Será, por lo tanto, un rudo comienzo competitivo para el equipo contra otros siete sextetos que tienen sus reservas de atletas más también escogerán en el sorteo para completar sus vacantes.

“Estoy un poco desilusionada. Allí (en la reunión) se habló con mucha elocuencia sobre el balance competitivo y al final no hay balance”, dijo Rojas.

Rojas está, además, asumiendo la deuda de más de $70,000 que dejó la pasada administración de las Pinkin con las jugadoras tras la temporada del 2013. Los apoderados que dejaron a las Pinkin en deuda son Erio Quiñones y José Albino. También hubo deudas con el cuerpo técnico del equipo que lideraba Juan Carlos Núñez.

Esa deuda no incluye el pago de dos jugadoras refuerzos que se querellaron ante la Confederación Norceca. Rojas dijo que ella acordó con la Federación Puertorriqueña de Voleibol pagar una parte de la deuda de las refuerzos.

Se desconoce aún si la Federación pagará la otra parte de la deuda. La Federación dijo el sábado que la Norceca le informará cuánto es la deuda que arrastra con las importadas