A sus 37 años y con una destacadísima carrera en el voleibol local e internacional, el estelar acomodador de los Indios de Mayagüez, Ángel Pérez, sabe que los días quemando tenis en las canchas están llegando a su final.

Sin embargo, todavía no quiere despedirse del deporte de la malla alta hasta que no pruebe que todavía le queda gasolina en el tanque y dirección en sus manos para regalarle a la fanaticada de la tribu un título nacional.

“Aquí estamos a disposición del técnico para lo que me necesite, para ayudar a este equipo a llegar a lo más profundo y tratar de traer el título a Mayagüez”, sostuvo Pérez.

Pérez pasó al sexteto mayagüezano procedente de los Caribes de San Sebastián, equipo con el que no jugó un solo partido. Primero, el jugador sufrió una lesión en un ojo mientras entrenaba y luego no llegó a un acuerdo final con el equipo pepiniano.

Luego de ser trasladado a los Indios, necesitó varias semanas más para recuperarse de su lesión y no fue hasta finales de la temporada regular que pudo ver acción en uniforme indio.

El veterano acomodador dijo estar agradecido con la gerencia del equipo mayagüezano, de sus compañeros de equipo y de la fanaticada por aceptarlo y esperar a que se recuperara antes de volver a la acción.

“Los Indios me abrieron la puerta en un momento en que se veía un poco complicado el panorama después del accidente que sufrí en el ojo. Me dejaron tomar mi tiempo para poder recuperarme. Ya el ojo está mejor. Todavía no está al 100% pero va mejorando. Ya recuperé la visión 20/20, que era lo que me preocupaba. Ahora tengo que lidiar con las luces y los reflejos que todavía molestan un poco, pero ahí vamos”, manifestó.

Mayagüez viene de dominar la temporada regular del Voleibol Superior Masculino y se encuentra inmerso en una intensa semifinal frente Juncos. 

Indios y Mulos jugarán un séptimo y decisivo partido el próximo 11 de septiembre para definir el último boleto a la serie final. El ganador enfrentará, entonces, a los Mets de Guaynabo, equipo en el que, precisamente, Pérez formó parte de una dinastía que logró cinco finales seguidas y dos de los tres títulos que alcanzó el sexteto metropolitano en ese periodo.

El otrora armador de la selección nacional, no tiene claro cuál será su próximo paso, pero luego de una extensa trayectoria, no descarta pensar en colgar los tenis.

“Estamos tomándolo un año a la vez. Yo tenía pensado jugar dos o tres años más, pero va a depender de lo que el cuerpo me vaya diciendo”, sostuvo Pérez, quien este año ayudó al club C. S. Arcada Galati a levantar la Copa de campeones en el voleibol de Rumanía.

“Ya estoy pensando en el futuro. Estoy adiestrándome, tomando las clases para certificarme como ‘coach’. La verdad, una vez me retire, me veo tratando de ayudar al país, devolviéndole al voleibol todo lo que me ha dado a mí, por ejemplo, ayudando en las categorías menores y echando la juventud pa’lante”, sentenció.