Juncos. A primera impresión, ver a Aury Cruz en otro uniforme que no sea del de Toa Baja choca. Pero después de casi 10 años de no verla en un uniforme que no sea del Equipo Nacional en las canchas boricuas, el choque se despeja con la sensación de estar viendo a una grande de verdad.

La atacante de 38 años está activa desde el primer juego de la actual temporada de la Liga de Voleibol Superior Femenino con las Amazonas de Trujillo Alto, algo que no hacía desde la campaña de 2009-10, cuando lució los colores de las Llaneras.

Este año, luego de que el club Caserta del voleibol italiano decidiera eliminar a sus refuerzos tras una mala primera mitad, y luego de participar en el preolímpico realizado en República Dominicana con la selección boricua, Cruz tomó la decisión de quedarse en casa.

“Me siento contenta de volver a jugar en la Isla frente a mi familia, a mis amistades, a la fanaticada”, dijo Cruz antes de un reciente encuentro. “Mucha gente que no me había visto jugando ha podido hacerlo. En la inauguración vi muchas caras de gente que me vinieron a decir que no habían ido a las canchas por un tiempo y que con la llegada mía quieren volver. Lo bonito es que he estado pendiente a unos cuantos partidos, que no han sido los de mi equipo, y he visto que la gente sí está yendo a las canchas. Y eso es importante”.

Cruz, quien durante 15 años ha jugado a nivel internacional en las ligas de países como Italia, España, Corea del Sur, Azerbaiyán y Turquía, dijo que ese capítulo de su vida y de su carrera “ya se cerró” y que prefiere dedicar su tiempo a hacer otras con su vida.

La rutina de entrenamientos y el ritmo del juego del torneo local son cosas a las que Cruz admitió que ha tenido que ir asimilando paso por paso.

Me siento contenta de volver a jugar en la Isla frente a mi familia, a mis amistades, a la fanaticada

-Aury Cruz / Voleibolista

“Poco a poco me he ido acostumbrando porque todo es muy diferente en cuestión, por ejemplo, de horarios de prácticas y protocolo de juego, además del estilo de juego. Pero me encanta, porque uno aprende también como puede ayudar a las demás jugadoras y al equipo”, expresó.

Para ella, lo del uniforme es lo de menos porque “esto para mí es un trabajo. Es como si estuviese jugando en Europa. Aquí se contratan mis servicios”.

“A lo mejor suena o se ve un poco diferente porque yo crecí en Toa Baja, crecí con Avoli Llaneras, y en un momento fue como jugadora franquicia con las Llaneras de Toa Baja”, manifestó.

Con uniforme distinto o no, la valiosa jugadora piensa que se están dando los pasos para regresar el voleibol femenino al sitial que ocupó en el pasado. Y de eso quiere ser parte.

“Es emocionante ver que la gente venga desde el principio, porque así ven los cambios, las cosas que pasan a lo largo de la temporada y vienen a alentar a las jugadoras. Nosotras venimos a trabajar, a jugar, pero también venimos a dar un espectáculo”, finalizó.

En 10 parciales en su retorno a la liga, Cruz ha marcado 41 puntos para una media de 4.1 puntos por set.