Juncos. Las jugadoras hawaianas que participan como jugadoras refuerzos en el Voleibol Superior de Puerto Rico, Adora Anae y Kalei Mau, confesaron en separadas entrevistas con este medio que sienten un poco de envidia por sus compañeras jugadoras puertorriqueñas por el privilegio que tiene de jugar a nivel internacional en nombre de su Isla y en representación de su cultura.

Ambas dijeron que considerarían un sueño el poder jugar a nivel olímpico en representación del deporte, su familia y la cultura polinesia de su archipiélago. Los atletas de Hawái solo pueden participar en unos Juegos Olímpicos si lo hacen para un equipo de Estados Unidos porque son estado desde el 1959, a menos que tengan la opción de poder representar otra nación y decidan optar por esa nueva opción, tal cual es el caso de la velocista boricua Jasmine Camacho Quinn, quien siendo elegible para competir por los Estados Unidos optó por hacerlo por el país de su madre y de lo que es parte de su cultura en la diáspora.

Anae y Mau, la primera refuerza de las Criollas de Caguas, que buscarán su sexto campeonato consecutivo a partir del 3 de septiembre, y Mau, quien lo hizo con las Changas de Naranjito, por su carácter como isleñas y anexadas a Estados Unidos fueron consultadas por este medio, luego de un partido en Juncos, sobre su perspectiva de la situación en el deporte puertorriqueño, que tiene derecho a su propia ciudadanía deportiva. La discusión de ese tema en Puerto Rico no tiene fin.

También se le preguntó a las jugadoras si desearían tener una situación similar en Hawái.

Anae respondió que le “encanta” la situación de Puerto Rico, una que Hawái perdió al unirse a Estados Unidos, y afirmó que quisiera tener una ciudadanía similar para representar el voleibol hawaiano.

“Me encanta”, respondió Anae sobre la ciudadanía deportiva boricua. “Creo que se mantienen auténticos. Ustedes tienen su propia bandera, y eso es especial”, dijo.

“Es algo que los hawaianos no podemos decir que tenemos, porque nos derrocaron y nos convertimos en el estado 50, el último de Estados Unidos. Necesitábamos ayuda entonces. Los puertorriqueños tienen su propia bandera, su cultura y siguen teniendo asistencia de los Estados Unidos”, continuó Anae. “Claro, nuestra cultura no va a desaparecer”.

“Pero nosotros”, añadió Anae, “quisiéramos tener un equipo nacional hawaiano. Tenemos jugadoras de nivel. Como Caguas, que tiene cuatro jugadoras en el Equipo Nacional. Eso es especial. Quisiera tener la oportunidad”.

Momentos antes de la entrevista, la madre y tía de Anae, ambas nativas de Hawái y presentes en el partido en Juncos, llevaron su tradición polinesia a Juncos al colocarles collares típicos de su cultura a las Criollas de Caguas, además de ofrendarles con dulces.

Adora Anae y su madre Ina muestran con orgullo sus rasgos y raíces polinesias en Puerto Rico, en donde Adora juega con las  Criolllas de Caguas.
Adora Anae y su madre Ina muestran con orgullo sus rasgos y raíces polinesias en Puerto Rico, en donde Adora juega con las Criolllas de Caguas. (GFR Media)

Hawái es una base de voleibol para Estados Unidos. La delegación estadounidense de voleibol de cancha o playa en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 tuvo a cuatro jugadores hawaianos.

En total hubo 11 atletas hawaianos en las Olimpiadas de Tokio 2020, incluyendo los cuatro voleibolistas. De esos 11, tres representaron las naciones de Brasil o Japón, de acuerdo a hawaiinewsnow.com.

Por su parte, Mau ha jugado dos temporadas en Puerto Rico y también dijo que simpatiza con la situación de Puerto Rico. Además de Naranjito, Mau también jugó en Mayagüez, en donde era compañera de equipo de la boricua-hawaiana Amanda Vázquez, y de la exbecada en el voleibol NCAA de la Universidad de Hawái, Kim Willoughby.

Mau simpatizó por el aspecto cultural, además del deportivo, y alentó por experiencia propia a los atletas boricuas a valorizar ese derecho a la representación deportiva borinqueña.

“Me encanta que Puerto Rico tenga su propio equipo nacional. La gente tiene que ser orgullosa con su bandera, con su lugar de origen, y los puertorriqueños están tan orgullosos de ser puertorriqueños. Es importante tener la ciudadanía deportiva. Ustedes (puertorriqueños) tiene una cultura distinta. Los atletas aquí tienen una cría distinta”, dijo.

Mau, por cierto, cambió este año su ciudadanía deportiva a la filipina. Dijo que lo hizo para representar su familia y porque, como polinesia, se siente más cercana a la también cultura isleña-pacífica de Filipinas que a la continental de Estados Unidos.

“Mis raíces, mi cultura, mi familia son muy importantes para mí. Representarlas al más alto nivel es un honor para mí. A mí me hizo más sentido representar a las islas Filipinas, que me siento más cercanas a ellas con mi raíces. Fui a Estados Unidos solo para estudiar. Toda mi familia está en Hawái y tengo familia en las Filipinas. Me hizo sentido seguir esa ruta”.

Mau agregó que esa opinión es propia, pero añadió que cree que muchos hawaianos la comparten porque entienden que deben tener derecho a representar sus islas.