La cancelación del torneo del Voleibol femenino deja cabos sueltos
Quedarán inconclusos varios elementos, entre ellos la posibilidad de que Saraí Álvarez llegara a los 5,000 puntos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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La cancelación del Voleibol Superior Femenino 2020 dejó a muchas jugadoras con la paleta en la mano, como le dicen en el voleibol a la acción de agarrar un artefacto con un número que anuncia a un árbitro una petición de sustituir a otra jugadora en la cancha.
El torneo 2020 que se detuvo en marzo por causa de la pandemia no concluirá porque los apoderados votaron 6-1 a favor de dejar cancelar el torneo y comenzar en el 2021 una nueva temporada.
Ese voto supo a despido para la veterana acomodadora Glorimar Ortega, quien cree que no puede concluir en el 2021 una carrera que inició en el 2000.
“Honestamente, no quiero jugar más
-Glorimar Ortega
“Honestamente, no quiero jugar más. Si fuera a jugar un año más, el salario tendría que ser mucho más de lo que me dieron este año y estoy 200 por ciento segura que no me lo van a dar. Así que me quedo en mi casa con mi trulla”, dijo la también madre de tres hijos que vio acción este año con las Criollas de Caguas.
Ortega, de hecho, no alcanzará este año a la retirada Vilmarie Mojica como la segunda máxima acomodadora del Voleibol Superior. Al principio de la temporada, Ortega necesitaba 121 asistencias para alcanzar a Mojica.
Del mismo modo, la veteranara Saraí Álvarez tampoco alcanzará este año los 5,000 puntos de por vida. Estaba a 71 tantos de esa frontera la semana antes de que detuvieran el torneo. Álvarez es la máxima anotadora del Voleibol Superior según data recopilada desde el 1995.
La cancelación del torneo tampoco dejó completar la primera temporada completa de la estelar Aury Cruz en Puerto Rico desde el 2004.
La internacional lo lamentó porque dijo que rechazó ofertas en el exterior para quedarse en Puerto Rico.
Ahora, sin ‘volley’ hará de su patio un taller de clínicas individualizadas.
“Las puertas siempre están abiertas para quien quiera mis servicios en el voleibol. Pero decidí que me quedaba en Puerto Rico y me estoy moviendo con clínicas individualizadas con los estudiantes-atletas”, dijo Cruz.
La cancelación deja en el aire también el olor a torneo exitoso que destilaba el 2020, con equipos cargados de talentos nativos y extranjeros como Toa Baja, Caguas y Naranjito, con refuerzos gestionadas como Destinee Hooker y Samantha Briccio.
Al menos, la temporada contó como válida para el regreso de las Pinkin de Corozal, quienes como acordado ante el Comité Olímpico de Puerto Rico tendrán derecho en su segundo año de regreso, en el 2021, a firmar agentes libres antes de llegar al sorteo.
Pero la cancelación dejó sin trabajo a las jugadoras de las Pinkin, así como al resto de las atletas de la liga que tuvieron que jugar a la suerte en el desempleo.
La esquina de las Changas de Naranjito y madre de una hija, Legna Hernández, es una de las que contaba con el dinero del voleibol.
“Se tardaron mucho en tomar la decisión de reanudar o cancelar. Nosotras siempre estuvimos con esperanza de que se reanudara. Y nos afecta en lo económico. Todas esperábamos el sueldo del voleibol porque muchas dependemos de eso”, dijo.