Sin temporada aquí, como tampoco ofertas económicas buenas en el exterior, la versátil voleibolista nacional Julymar Otero anunció que decidió seguir un sueño y una herencia: unirse a la Guardia Nacional.

Otero, de 6′0 de estatura y zurda, es egresada de la Academia Discípulos de Cristo y de Towson University, en donde jugó becada. Subió a la Selección Nacional Adulta luego de haber visto acción con las menores y jugó voleibol profesional en Kazajistán y Finlandia. En Puerto Rico, Otero juega en la Liga Femenina de Voleibol Superior.

Pero Otero reveló que también tiene tres abuelos y tíos que son veteranos y que en cada oportunidad le hablaban de la disciplina militar, de los beneficios de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y de un crecimiento personal que conseguiría en esa rama.

Y con tiempo disponible por las cancelaciones debido a la pandemia del COVID-19, Otero dijo que decidió ingresar a la Guardia Nacional.

“Este 2020 ha sido un año lleno de muchos retos, pero también ha sido un año de mucho crecimiento personal y profesional. Por tal razón, este año decidí realizar uno de mis grandes sueños. Me place informarles a todas esas personas especiales que siempre han estado presente en mi trayectoria que oficialmente formo parte de Puerto Rico Army National Guard. En cuanto a mi vida profesional, el volleyball continua. Nos vemos en el próximo season".

Otero estaba jugado este año en Finlandia cuando el COVID-19 azotó en Europa y tuvo que regresar a Puerto Rico, en donde no pudo jugar Voleibol Superior porque la temporada fue cancelada por votación unánime de los apoderados ante las complicaciones virus, como posibilidad de contagios, disponibilidad de canchas y la veda de gobierno a las competencias deportivas.

Otero explicó a GFR Media que, sin voleibol por primera vez desde los 6 años, decidió ir por su otra pasión, la que lleva en la sangre, la que sus abuelos le inculcaron desde niña.

“Desde chiquita siempre me ha interesado el Army y las Fuerzas Armadas para adquirir disciplina y crecimiento personal. Desde los 6 años he estado jugando voleibol y no había tenido tiempo para esto", dijo la toabajeña. “Ante lo negativo, decidí sacarle esto (la Guardia Nacional)".

“Este 2020 ha sido un año lleno de muchos retos, pero también ha sido un año de mucho crecimiento personal y profesional. Por tal razón, este año decidí realizar uno de mis grandes sueños. Me place informarles a todas esas personas especiales que siempre han estado presente en mi trayectoria que oficialmente formo parte de Puerto Rico Army National Guard

-Julymar Otero

“Con mis abuelos siempre estamos hablando del tema. Siempre me han inculcado esa disciplina, los beneficios, de cómo me puede ayudar", dijo la graduada de bachillerato en idiomas de Towson University y quien reside con uno de sus abuelo, mientras que tiene a otro de vecino.

Su bisabuelo, Guillermo Ortíz entró en el ARMY en el 1951 y participó de la ocupación militar en Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Su abuelo materno, Desiderio Román (fenecido), fue veterano de la Guerra de Vietnam. Y el abuelo Miguel A. Rosado Carrión entró en la Infantería y Paracaidismo en el 1953. Román es el padastro de la madre de Otero.

Los tíos militares son Santiago L. Otero, veterano de la Guerra de Irak, y Adneris Nieves Pérez, quien ingresó al NAVY este año.

La esquina y acomodadora hará su entrenamiento básico en febrero del 2021 en Fort Jackson, en Carolina del Sur. Entrará con función de 42-A, que es especializada en recursos humanos dentro de la Guardia Nacional.

Dijo que, mientras espera por el entrenamiento básico, está trabajando con el voleibol para continuar su carrera en Puerto Rico o en Europa, ya que la Guardia Nacional le permitió jugar aquí o en el exterior.

Otero detalló que su contrato con la Guardia Nacional es de ocho años y dijo que le permitirá jugar en el exterior en dos temporadas de esos ocho años. La jugadora agradeció a sus reclutadores Pedro Morales y Radiff Vega de la oficina de la Guardia Nacional en Carolina.

“Me dijeron que me podía ir dos años, que pueden ser corridos o seperados. Recibí este año ofertas, pero por el COVID-19 no me convenían económicamente. Y decidí hacer esto (Guardia Nacional)", reveló.

Y afirmó que, como ella, muchas jugadoras han buscado alternativas en la rama laboral o estudiantil para llenar el vacío de voleibol en sus vidas. Una décena de jugadoras boricuas han continuado sus carreras en Europa.

“Hay muchas que han encontrado buenas alternativas desde las casas, como el mercadeo. Otras han aprovechado para hacer estudios posgraduados", dijo.