Una de las figuras del voleibol de las desaparecidas Pinkin de Corozal no tiene muchas esperanzas de que su legendaria y desaparecida franquicia permanezca por mucho más tiempo como las máximas campeonas del Voleibol Superior Femenino.

“Con el equipo que tienen las Criollas, no tengo dudas de que nos pasarán”, indicó el exdirigente y apoderado de las Pinkin, Firo Marrero.

Con el quinto campeonato consecutivo que ganaron antenoche las Criollas, la franquicia suma 13 títulos, cuatro menos que las Pinkin, que están inactivas desde el 2012.

Marrero dijo que las Criollas son imparables porque tienen jugadoras nativas de primer nivel, como lo tuvo Corozal cuando creo su dinastía en la década del 1960 y 1970, con figuras como Pilar Vázquez.

Prueba del talento y consistencia de las Criollas es que Caguas no solamente ganó su quinto título corrido, sino que cada uno de los títulos han sido contra un rival distinto.

El sexteto cagüeño revalidó como campeón del Voleibol Superior Femenino al derrotar en cuatro sets a Naranjito.

“Hemos podido mantener un núcleo de jugadoras que han ganado”, dijo el dirigente de las Criollas, Juan Carlos Núñez.

A las Criollas le llaman la ‘Selección Nacional’ por el talento que tiene, como las veteranas productivas Karina Ocasio, Stephanie Enright,  Shara Venegas y jóvenes de futuro como Jennifer Nogueras, Diana Reyes, Pilar Victoriá y Ana Sofía Jusino. Todas son parte de la Selección.

Y han mantenido un hambre voraz año tras años, alimentada por su dirigente.

“Soy muy duro con ellas. Las empujo y ellas aguantan. Y cuando nos hieren buscamos esa motivación. Mucha gente dudó de nosotros. Nuestra propia gente dudó de nosotros. Y yo les digo a las jugadoras ‘hay que callar bocas’”, dijo Núñez.

Por cierto, Núñez se convirtió el lunes en el dirigente máximo campeón del Voleibol Superior Femenino con su noveno título. Dejó atrás al fenecido Juan García, quien ganó ocho con las Pinkin.

Marrero también dijo que las Criollas rebasarán a las Pinkin porque la franquicia corozaleña sigue inactiva y sin esperanza de volver a jugar en el futuro porque la franquicia arrastra desde el 2011 una deuda de $100,000.

“Los canallas de últimos apoderados se han encargado de eso. Hay que pegarse con la lotería para poder ser apoderado de las Pinkin”, dijo Marrero.

Las Criollas, mientras, lucen en solidez económica y con futuro bajo el apoderado Furiel Ramos.