
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
PUBLICIDAD
No hay mal que por bien no venga.
El voleibolista René Esteves sigue ligado al peligroso síndrome Guillain-Barré, una rara condición que causa que el sistema inmunológico ataque al sistema nervioso y a la que fue diagnosticado hace dos años y medio y del que fue diagnosticado hace dos años y medio.
Pero ahora, esa condición que en un momento puso en serio riesgo su carrera y su vida, ahora sirve como testimonio para orientar a otras familias que también se han visto aquejadas por esa condición.
“Hay gente que tienen hijos, sobrinos y hermanos que están pasando por lo mismo y llaman a la Federación (Puertorriqueña de Voleibol). Allí les dan mi teléfono y me llaman para asesoramiento, apoyo. Eso me hace poner todo lo que me ocurrió en perspectiva, pues mientras más me entero de gente que ha pasado por lo mismo que yo, me doy cuenta de la suerte que he tenido”, resaltó Esteves en entrevista con Primera Hora.
“Nunca había escuchado de ese síndrome hasta que me dio a mí. He hablado tanto con jóvenes como con adultos que están en sus 40 o 50 años y que están sufriendo de lo mismo. Ellos no estaban en una situación tan afortunada como la mía, de ser atendido por los mejores médicos. Muchos están bregando con el plan de la Reforma o, sencillamente, les dio una versión más agresiva del síndrome de la que me dio a mí. Está brutal”, explicó Esteves.
Esteves fue recluido de emergencia el 14 de diciembre de 2006 en la Unidad de Cuidado Intensivo del hospital Matilde Brenes tras ser diagnosticado con el peligroso síndrome. Sufrió de parálisis en sus manos y piernas, al igual que múltiples complicaciones y síntomas relacionados con la enfermedad, pero a los 11 días, el jugador central salió caminando del hospital.
Esteves aún se mantiene entrenando para recapturar el nivel que poseía.
“Todavía no estoy al mismo nivel de antes, pero me mantengo trabajando fuerte para regresar a ese nivel, en especial para el Norceca que se jugará aquí en octubre. Quiero darme esa oportunidad, pues no deja de pasar por mi mente que es una bendición el que pueda estar jugando”, puntualizó.