El Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur) ha hecho silencio durante nueve días a la apelación de las Pinkin de Corozal en la que disputan su derecho a reservar jugadoras.

Ni la gerencia de las Pinkin o de la Federación Puertorriqueña de Voleibol ha escuchado del Copur, aunque sea para decir si asumirá jurisprudencia de la apelación o si la delegará al Tribunal de Apelaciones y Arbitraje Deportivo (Taad).

“Mi abogado no tiene noticias”, dijo la apoderada de las Pinkin, Lily Rojas.

Tampoco sabe nada el administrativo y abogado de la FPV, José Marxuach. El director del Voleibol Superior Femenino, Picky Servera, no ha contestado llamadas de Primera Hora, como tampoco la presidenta del Copur, Sara Rosario.

La apelación de las Pinkin es un tema que afectaría, no solamente a la tradicional franquicia, sino que también a los otros seis equipos.

La liga tiene programado realizar el sorteo de jugadoras el 10 de noviembre y ha señalado la fecha del 24 de enero próximo como la de partida a la temporada del 2020.

Ha trascendido en las redes sociales que algunos equipos retirarían su participación del torneo si tienen que dar de baja a jugadoras de entre sus  reservas para que las Pinkin tengan un banco de talento de donde firmar jugadoras en su regreso a la liga.

Las Pinkin apelaron la decisión negativa de la FPV de permitirle firmar jugadoras antes de llegar al sorteo. La FPV también le negó a las Pinkin un privilegio de escoger primeras en el sorteo.

La franquicia citó en su recurso ante el Copur la constitución de la FPV, que le da derecho a reservar jugadoras antes de llegar al sorteo. También argumentó que hay un precedente del 2015 con las ahora desaparecidas Capitalinas de San Juan.

La FPV argumentó en su fallo contra las Pinkin que un “error involuntario” evitó que la constitución tenga una enmienda del 2017 que derogó la regla que permitía a franquicias nuevas tener reservas de jugadoras antes de llegar al sorteo.