Nos podemos imaginar la reunión cuando le vendieron la idea al estudio: “Es American Idol, pero animado y todo el mundo es un animal. La estrella será un lindo koala. Buscaremos a McConaughey, Witherspoon y otras superestrellas. Usaremos las canciones favoritas de todo el mundo y añadiremos un chiste de pedo, no podemos fallar”. 

Y así es. A Sing no se le escapa nada. Lo que a esta producción de los estudios Illumination (Despicable Me, Minions, The Secret Life of Pets) le podría faltar en la originalidad del concepto, lo multiplica en ejecución; en valores simples y básicos de entretenimiento, astucia y energía.

Y con un gran final con suficiente energía emocional, es difícil imaginar que saldrás del cine sonriendo, si no cantando alguna de las canciones.

La historia (del escritor y director Garth Jennings) gira alrededor de “Buster Moon”, el ya mencionado koala. Buster es el dueño de un teatro y su dedicación al negocio del entretenimiento será especial para los amantes de los musicales. 

Sin embargo, parece tener un gusto horrible por los espectáculos que escoge presentar. Los tiempos han sido muy duros, por lo que Buster decide hacer una competencia de canto.

A duras penas consigue reunir $1,000 para el premio en efectivo, pero un error de impresión por culpa de su cegatona secretaria, la promoción que termina en la calle anuncia que se trata de $100,000.

Demás está decir que hordas enteras se presentan para la audición. Lo que es bueno porque, ¿a quién no le gusta ver una buena audición? 

Esto resulta divertidísimo y le da la oportunidad a Jennings de dar rienda suelta a las posibilidades. Y vaya que lo hace. Lo que veremos es una graciosísima serie de inapropiadas mezclas de canciones pop, como la de un caracol cantando Ride Like the Wind. Ya tienes la idea.

Entonces conocemos los finalistas: Una cerdita ama de casa, un gorila con un pasado criminal, una puerco espín dominada por un novio fanfarrón, una rata derrochadora pero con gran voz, y una elefante con miedo escénico. 

Por supuesto, cuando una película tan movida como esta te presenta a alguien con miedo escénico, es bastante obvio lo que ocurrirá al final, pero hay otras preguntas que debemos hacer: 

¿Le dejará saber “Ash” al arrogante de su novio de la madera de la que está hecha? ¿Romperá “Rosita” con la carga de la crianza? ¿Se conformará “Johnny” con su predestinada vida de crimen, o seguirá sus sueños musicales? ¿Y conseguirá Buster que su teatro sea solvente nuevamente?

Las contestaciones llegan con la ayuda de más voces de celebridades: Leslie Jones, Jay Pharoah, Jennifer Saunders, Rhea Perlman y, la más espectacular de todas, Jennifer Hudson tienen cameos en la cinta.

Como mencionamos, lo mejor viene al final. Es difícil ganarle a un buen concurso de canto, pero McConaughey consigue anclarlo todo en tierra firme. Su koala es un buen balance, ni muy dulce ni muy inmundo, ni charro ni cínico.