Animación al estilo Wes Anderson en "Fantastic Mr. Fox"

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Hay muchas cosas para admirar del nuevo filme del director Wes Anderson, Fantastic Mr. Fox, que se exhibe exclusivamente en las salas de Fine Arts. La animación stop motion es de primera, las voces de los personajes son igualmente buenas y la dirección artística, que le presta una minuciosa atención hasta al más mínimo detalle de este mundo fantasioso, es sorprendente.
Sin embargo, la película se queda corta de ser -como reclama su título- fantástica. Anderson demostró con su estupenda The Royal Tenenbaums que sabe cómo contar una historia de una familia que se sale de los límites de lo normal, pero en esta adaptación del libro homónimo de Roald Dahl, los personajes no poseen ese mismo carisma y excentricidad de los que aparecen en sus mejores guiones originales.
La trama es muy sencilla: “Mr. Fox” es un zorro cuya carrera como un experto ladrón de gallinas llega a su fin cuando su esposa lo sorprende con la noticia de que van a tener un hijo. Ella le pide que le prometa que dejará atrás su vida criminal y que encuentre otra manera de proveer para su familia, algo que consigue como columnista de un periódico.
A dos años (o 12, en “años de zorra”) luego del nacimiento de su primogénito, “Fox” se siente frustrado con las condiciones en que vive su familia. Su anhelo por comprar una casa en un árbol lo lleva a regresar a su pasado delictivo y enfrentarse a los tres granjeros más temidos de la región, lo que desata una batalla entre éstos, “Fox” y el resto de los animales que viven en los alrededores.
Visualmente, Fantastic Mr. Fox contiene todos los elementos de una típica cinta de Anderson. Cada tiro de cámara está saturado en detalles que enriquecen el aspecto estético de la película sin distraer al público del corazón de la historia. El cineasta parece haber optado por utilizar un estilo de animación stop motion no tan sofisticado como el que vimos a principios de año en Coraline, sino uno que se asemeja más al de los clásicos de Rankin-Bass -como Santa Claus is Coming to Town- que le dan a la película una cualidad nostálgica.
El único problema del largometraje yace en su ritmo. Tras iniciarse la guerra entre los animales y los granjeros, la trama pierde impulso para dar espacio a un desarrollo de los personajes que no está bien logrado. Si embargo, el conflicto central retoma las riendas en el último acto, devolviendo la acción y diversión a la cinta.
Por su parte, los actores que prestan sus voces a los personajes -George Clooney, Meryl Streep, Willem Dafoe, Bill Murray y Jason Schwartzman, entre otros- realizan una excelente labor fuera de las cámaras.
Para ser su primera incursión en el medio animado, Fantastic Mr. Fox es un encomiable intento por parte de Anderson. Mágico por instantes, un tanto aburrido en otros, pero digno de verse en el cine.