Borran a Puerto Rico de promociones de “22 Jump Street”
Parte de la película se grabó aquí, pero los sitios de Internet del filme solo mencionan a Nueva Orleans

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Aunque buena parte de “22 Jump Sreet” se grabó en calles de San Juan y Carolina, este dato está casi omitido en la mucha publicidad que está recibiendo el filme, que estrena este jueves. Por ejemplo, sus protagonistas, Jonah Hill y Channing Tatum, se han presentado en varios “talk-shows” americanos como el de “Late Night with Jimmy Fallon”, y para nada han hecho mención de la Isla del Encanto.
Además, sitios web como www.nola.com/movies y www.slashfilm.com solo mencionan el rodaje en Nueva Orleans, pero no dicen ni pío sobre la filmación en suelo boricua, de la cual Primera Hora fue testigo en varias ocasiones.
Este verano, nuevamente, Sony Pictures Entertainment apuesta a otro éxito taquillero con el estreno de la película este próximo jueves, 12 de junio.
El filme de comedia y acción es la divertida secuela a la exitoso largometraje del 2012, “21 Jump Street”. Y, una vez más, los talentosos directores Phil Lord y Christopher Miller se unen para dirigir a Hill y Tatum, quienes retoman los papeles de los oficiales “Schmidt” y “Jenko”, respectivamente, que tan acertadamente encarnaron en la primera producción.
Esta vez, sin embargo, “Schmidt” y “Jenko” tienen más edad que cuando se colaron en una escuela superior como agentes encubiertos, y se “gradúan”, como quien dice, del papel de estudiantes universitarios. En esta ocasión, también, les tocará perseguir a un grupo de narcotraficantes. La tarea que tendrán a cargo, específicamente, será la de localizar la fuente de una droga conocida como “WhyPhy” (WiFi) que, supuestamente, causó la muerte de un estudiante que había sido fotografiado, comprándola en el campus de la universidad.
Como era de esperarse, graciosos y complicados enredos surgen, sobre todo, cuando “Jenko” congenia con un compañero del equipo de fútbol al que se une, mientras “Schmidt” se deja seducir por el mundo del teatro bohemio, materia que escoge como una de sus “concentraciones”.
Como resultado de que cada cual gravita hacia intereses disímiles, los agentes encubiertos no solo deberán tratar de resolver el caso que están trabajando, sino que deberán dilucidar si, en efecto, podrán seguir laborando juntos. En fin, si tanto “Schmidt” como “Jenko” logran madurar y se sobreponen a sus inmadureces, puede que este caso que les ha obligado a encontrarse a sí mismos en la universidad sea lo mejor que les haya pasado en sus vidas.