Desde que el joven Carlos Omar Rivera Ortiz se unió al equipo de “Noticentro al amanecer” (Wapa TV), ha logrado transmitir su carisma, su autencidad y sobre todo, sus ganas de crecer en el ambito de la comunicación metereológica.

El guayamés de 25 años le inyecta una energía fresca al sólido grupo de comunicadores que, de lunes a viernes, entre 5:00 y 10:00 am, ofrece a la teleaudiencia las noticias que surgen en las primeras horas del día.

El aún estudiante de geología con una secuencia curricular en ciencias atmosféricas y meteorología en el Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (RUM) se integró durante la celebración del 22 aniversario del noticiario matutino al inicio de este mes. Su relación con ese cuerpo de trabajo comenzó un tiempo antes, cuando formó parte del Laboratorio de Comunicación de Meteorología de “NotiCentro” y el RUM, supervisado por Ada Monzón y Suheily López Belén, a quienes quería conocer porque las contaba como sus “mentoras de vida”.

“En Mayagüez (RUM) no tenemos clases de comunicación, de periodismo, nosotros nos preparamos como científicos y es un poco difícil poder entrar de lleno a lo que son los noticiarios, es una transición que se da poco a poco. Todavía estoy en esa transición, de poder estar al cien por ciento y poder comunicar efectivamente”, expone el novel reportero del tiempo.

A cada rato recibo mensajes de, ‘lo estás haciendo bien’, o de mis amigos de infancia, ‘tú declaraste que ibas a hacerlo, lo lograste, estas allí’, y aunque ha sido muy rápido el cambio, de universidad a estar ya directo en los medios, ha sido maravilloso”

-Carlos Omar Rivera Ortiz, reportero del tiempo en "Noticentro al amanecer"

El recibimiento por parte de sus compañeros de trabajo “ha sido excelente”, dice. “Es como si fuera otra familia, como si nos conociéramos desde antes”. Esa familiaridad se observa cuando se unen, por ejemplo, a bailar en la sección de cumpleaños de “Titi Aixa”, momento que él aprovecha para exhibir sus dotes de bailarín.

“Una cosa que me dijeron al principio, (fue), ‘te toca bailar Titi Aixa’, después que hagas eso, puedes también hacer el informe del tiempo, y dije, ‘vamos allá’”, comparte. “A mí me encanta la música, me encanta bailar, no soy el mejor bailarín del mundo, pero trato ahí de batear la bola y hacer las cosas bien”.

La atracción por la música la canaliza una vez al mes cuando se presenta junto con una banda en la iglesia a la que asiste. “También me apasiona mucho hacer road trips. Soy geólogo y me gusta ir a los lugares y ver la geología, fallas geológicas... Me gusta conocer la historia detrás de cada lugar”.

Todo comenzó con la tormenta Jeanne

Rivera Ortiz tenía siete años cuando la tormenta Jeanne (2004) afectó las condiciones climatológicas en la Isla. En su hogar en Guayama, como en otras partes en el país, se quebró el servicio de energía eléctrica, por lo que él comenzó a jugar con los distintos grados de iluminación de una linterna.

“La comencé a proyectar en la pared, y dije, ‘mira, esto parece una tormenta o un huracán’, y le dije a mi papá, ‘por qué no coges un momento la linterna, la pones hacia la pared y yo voy a simularte el informe del tiempo; cómo va a estar pasando la tormenta durante la mañana, que va a provocar que no va a haber luz, etcétera’. Desde ese momento siempre dije que quería ser meteorólogo de televisión”, afirma.

Confiesa que no ha sido fácil acostumbrarse a madrugar, pero la satisfacción ha sido la acogida que ha tenido por parte de sus compañeros en el noticiario maturino y del público que comienza a reconocerlo.
Confiesa que no ha sido fácil acostumbrarse a madrugar, pero la satisfacción ha sido la acogida que ha tenido por parte de sus compañeros en el noticiario maturino y del público que comienza a reconocerlo. (Stephanie Rojas)

Los cambios constantes en el clima y las condiciones que se dan para la formación de ondas tropicales, tormentas, huracanes y tornados, entre otros fenómenos atmosféricos, le apasiona. “Todo lo que se combina para que ocurra eso en el trópico, eso a mí me fascina, y algo bien importante es que el tiempo que ocurre en el trópico no es el mismo que en las zonas templadas, hay muchas variables que provocan que tengamos esos elementos”, indica.

Su entrada a la vida profesional, cuenta, ha sido una noticia de gran orgullo para sus padres y hermana.

“Ellos siempre me han apoyado, desde el día uno, nunca han dicho que no. Siempre me llevaban a giras de huracanes, siempre me ayudaron en ese proceso de la educación. Tanto para mi mamá como para mi papá es bien importante la educación. Ellos siempre han dado el todo para que esté donde estoy y se lo agradezco a ellos, siempre con Dios por delante”, manifiesta el compañero de Jorge Gelpí, Mónika Candelario, Aixa Vázquez, Maricarmen Ortiz, Yizette Cifredo y José Santana.

Su nueva meta apunta hacia completar una maestría en meteorología, pero primero debe acostumbrarse a despertarse de madrugada para conducir desde Guayama hasta Guaynabo para ofrecer sus informes desde el amanecer.

“Los madrugones, eso es otra cosa que no te dicen las letras chiquitas ríe). Ha sido un poco difícil, pero se puede”.