El director y escritor de Broche de oro, Raúl Marchand, siempre enfatizó que la película era una carta de amor que le dedicaba a sus abuelos.

Con la precuela del filme, Broche de oro: Comienzos, que llega hoy a las salas del País, el cineasta quiso rendirle homenaje también a sus abuelas. 

De esa manera se integran a la historia “Las griegas”, tres chispeantes abuelas que aportarán a las aventuras del asilo de ancianos donde residen “Rafael” (Jacobo Morales), “Pablo” (Diego de la Texera) y “Anselmo” (Adrián García).

Noelia Crespo, Charytín Goyco y Georgina Borri son las responsables de darle vida a “Eudosia”, “Agatha” e “Iris”, quienes constantemente retan las normas del asilo y participan en una competencia en busca de un premio. 

Charytín hace el papel de “Agatha”, una viuda que se encuentra muy sola, pero que es muy estrambótica.

Para Charytín, ser parte de la película tiene un significado muy especial, pues es el primer trabajo que realizó tras el fallecimiento de su esposo, Elín Ortiz, en junio de 2016.

“Todos fueron tan amorosos conmigo, me trataron tan maravilloso. Fue mi primer trabajo y yo sentía que no podía trabajar más, me sentía desamparada. Con la ayuda de toda mi gente boricua, Jacobo, Georgina, todos se botaron conmigo y lo pude hacer. De ahí me siguieron surgiendo más trabajos”, dijo la actriz.

El papel de Noelia es el de “Eudosia”, quien al igual que sus compañeras está pendiente de todo lo que ocurre en el asilo. Mientras que Georgina es “Iris”, personaje con el que rinde tributo a sus tías.

“Me trasladé a mi familia, porque tengo tías que se creyeron que mi mamá me dejó de herencia. Por lo tanto, ellas se encargaron de encarrilarme cada vez que entendían me había salido del carril. Mi personaje tiene un trozo de cada una de ellas. Son seis y quedan dos vivas. Así que cuando vean mi personaje hay una de ellas. Lo trabajé en honor a ellas”, dijo la actriz.

A ellas se une Cordelia González como “Ginny”, quien sonsaca a los ancianos.

 “Raúl me llamó un día y me dijo ‘tengo un personaje pequeño’ y le dije, ‘no me importa, yo quiero estar’. Porque el proyecto de Broche de oro tiene un alma particular. Le habla al puertorriqueño y eso se vio con el éxito que tuvo hace cinco años, y yo quería ser parte de ese proyecto de amor y de pasión”, indicó.

La primera parte de Broche de oro estrenó hace cinco años y se convirtió en la película puertorriqueña con más tiempo en cartelera, con un total de ocho meses.