“Chianita gobernadora”... ¡Y la cosa se mejora!
Los discos y comentarios de esta “candidata” marcaron la memoria del público boricua

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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¡Qué García Padilla ni qué ocho cuartos! ¡Qué Fortuño! ¡Qué Dalmau! El revolú que hay en Puerto Rico lo arregla una sola persona: “Chianita gobernadora... ¡Y la cosa se mejora!”
Si usted recuerda ese “eslogan” de “campaña política”, de seguro también tendrá en la memoria a una pícara mujer vestida con una camisa turtle neck o de botones al cuello, unos tenis blancos –de los que antes se conseguían a peso– y, por supuesto, una amapola, pascua o margarita recién cortada en la cabeza.
Pero seguramente lo que más claro tenga en la mente sea su voz chillona, en constante lucha con un frenillo, y una pavera innata, pero sin ningún miedo al momento de restregarle las verdades en la cara a quien fuera.
Este cómico personaje de Ángela Meyer acompañó por casi una década a los miles de televidentes que no se perdían los programas televisivos El show de las 12 (Telemundo de Puerto Rico), primero, y El show del mediodía (Wapa), a donde se mudó después.
“Nacida” en una telenovela puertorriqueña en 1973, “Chianita López Maurano” se ganó el corazón del público por su inigualable personalidad, capaz de evocar, aunque fuera en broma, un poquito de esperanza en que la situación del país mejorará algún día si alguien con su determinación asume la gobernación.
Ángela Meyer cuenta que la alegre comentarista de noticias tuvo su primera aparición pública al remplazar por tres días a la fallecida actriz mayagüezana Mona Marti en el culebrón boricua El hijo de Ángela María (1973), producido por Esther Palés. Marti interpretaba a la empleada doméstica “Chana”, quien conocía los secretos de la trama y, como en ese entonces las telenovelas se transmitían en vivo, era imposible dejar fuera su guión.
“Esther me pidió que, por tres días, yo dijera la letra, que llenara el espacio vacío de ‘Chana’, diciendo que era su nieta que había llegado desde lejos. Yo fui a una tienda, me compré una peluca y, entrando a Telemundo, corté una amapola, me la puse en la peluca y me identifiqué como ‘Chianita’”, narra Meyer.
“A la gente le encantó y Esther me dijo que me iba a escribir el personaje hasta el final. Yo le pedí que no me diera crédito, que no dijera quién era ‘Chianita’ porque yo venía de protagonizar (el melodrama) Tomiko (1972), que fue un exitazo. La gente empezó a llamar a Telemundo intrigada, preguntando quién era la nieta de ‘Chana’”, recuerda la actriz.
Aun después de terminada la telenovela, el público seguía preguntando por ella, más todavía luego de haberse revelado la identidad de su intérprete.
Había que aprovechar el arraigo de “Chianita”. Así que Ángela Meyer decidió ponerla a trovar y, al mismo tiempo, convertirla en presidenta del POPO (Partido Organizado Por Organizarse). Con ese resumé, grabó Chianita gobernadora (1973), el primero de seis elepés (discos antiguos), entre éstos Chianita de parranda (1974) y Chianita en elecciones (1975).
Las canciones, entre las que se destaca el sencillo Voten por yo, fueron todas escritas por el tío de Ángela, Ricardo Debén, y la madre de esta actriz, la fallecida artista Margot Debén. Yo prometo lo que cumplo, y lo que cumplo prometo. Y cuando meto la pata, es porque la pata meto, es uno de los estribillos que se hizo famoso.
“Ahí es que Paquito (Cordero) me llama para integrarme a El show de las 12 y empiezo otro formato. Después, voy a El show del mediodía con Luis Vigoreaux y ahí el personaje se afinca comentando las noticias y hablando con la gente”, describe su creadora.
Para Ángela Meyer, la razón por la que “Chianita” caló hondo entre la audiencia fue su honestidad.
“Una de las cualidades que le daba al personaje era que escuchaba lo que el pueblo decía; comentaba desde el punto de vista popular. Ella decía las cosas como las sentía sin ser ofensiva”, indica.
Ah, pero esta comentarista también tenía su línea feminista. Para “Chianita”, las mujeres y los hombres son diferentes, pero tienen exactamente el mismo valor. Claro, este discurso no podía estar exento de humor.
De hecho, otro de sus versos más pegados fue: La mujer siempre fue esclava de la casa y el trabajo. Yo grito: “¡Arriba la falda, los pantalones pa’ abajo!”
De esa manera, el POPO se mantuvo activo casi 10 años, hasta que le surgió un rival que ni “Chianita” ni Ángela Meyer pudieron derrotar en 1982.
Se trata de las alergias que le producía en la piel el maquillaje Max Factor Negro #2 que utilizaba para simular ser negra.
“La pintura me hacía demasiado daño en la cara y no me podía tratar las alergias”, especificó la actriz, quien negó que fuera visto con malos ojos el hecho de que se maquillara para caracterizar una ascendencia africana.
El fallecimiento de Luis Vigoreaux en 1983 también fue otro factor que desmotivó a Meyer a continuar con el personaje. Actualmente, tiene ofertas para “revivirlo” en el teatro o la televisión, pero el problema de la alergia persiste.
¿Qué nos queda de “Chianita Gobernadora”? “El amor que le dio a la gente y que la gente le dio a ella. Es cómico, porque, cuando se acaba una telenovela, les ponen los nombres de los protagonistas a los bebés. Pues, en el caso de ‘Chianita’, mucha gente todavía me dice que les pusieron ese nombre a sus perritas, ¡así que en la década de 1975 a 1985 hubo muchas perritas que se llamaban ‘Chianita’!”.