A lo largo de los años, el cine ha evolucionado y nos ha ofrecido innumerables formas de narrar una historia. A través de la utilización de silencios, sonidos, colores, planos, movimientos de cámara, acciones y expresiones corporales, entre otros recursos, nos sumerge en un mundo lleno de posibilidades llenándonos de conocimiento. Estos elementos nos permiten observar, reflexionar, analizar, comprender e interpretar la obra cinematográfica desde una perspectiva crítica y enriquecedora.

La directora Manuela Martelli expone un suceso histórico desde el punto de vista de una mujer que no interactúa casi con el mundo que la rodea, sumergiéndose en las aguas más profundas en el Chile de 1976: uno de los años más sangrientos del régimen de Pinochet. Martelli se asegura de incorporar cada elemento artístico para crear una pieza cinematográfica completa titulada Chile ‘76.

Aline Küppenheim interpreta a Carmen, quien se dirige a su casa de playa para supervisar la remodelación. Durante esas vacaciones de invierno, el cura del lugar le pide que cuide a un joven “criminal” que él alberga en secreto. Este acontecimiento la adentra en territorios desconocidos, alejándose de la tranquila rutina a la que está acostumbrada. A medida que Carmen se sumerge en la historia de la participación del joven en el movimiento de resistencia, su despertar a los ideales revolucionarios se produce de manera lenta y progresiva.

Este largometraje carga una atmósfera de suspenso “old-school”. Lo mejor de todo es el perfecto balance entre la incorporación del sonido atado con los visuales. Cada silencio, cada suspiro, se asegura de transmitir una emoción. El sonido ambiental en cada escena nos hacía sentir parte de la producción. ¿Y la música seleccionada? Representa el estado mental (mayormente ansiedad)con el que batalla Carmen.

En las últimas producciones latinas se ha visto una gran mejora. Están haciendo ruido de manera artística, dándole voz a sociedades reprimidas por el gobierno. Chile ‘76 es un espectáculo visual. Se aprecia en la calidad de imagen, en el cuidado de la paleta de colores, en las actuaciones y en la dirección. Esta producción me recuerda al filme puertorriqueño titulado ‘La Pecera’, la cual estrenará en cines en agosto. Este tipo de cintas nos llevan un mensaje de una manera sutil, pero con una incomodidad asegurada.

Esta mezcla de lo auditivo y lo visual hace que cada interacción con la que Carmen se topa conlleva el peso de un interrogatorio silencioso, pues teme a que se descubran sus nuevos ideales. Por otro lado, la dirección de las actuaciones y de las tomas tornan la introducción de varios personajes en un misterio. Muestran la silueta, las extremidades, creando en sí una atmósfera de suspenso ante el personaje. Este elemento juega a la perfección con la tensión que carga Carmen ante cualquier interacción.

Cabe destacar que la interpretación de Aline Küppenheim es fenomenal. La actriz te lanza a tus hombros, desde el comienzo, el peso del agobio, la incertidumbre, la paranoia y el sentimiento de persecución, elevando la trama hasta el final. El arco de Carmen es un despertar revolucionario. Ella despierta finalmente a la crueldad de su nación y a sus propias frustraciones domésticas.

Chile ‘76 es una buena definición de lo que conocemos como Séptimo Arte. Incluye cada aspecto técnico para la elaboración de una producción de alta calidad. Adicional, alza la voz ante un suceso histórico que marcó a un país entero. La cinta dirigida por Manuela Martelli, ya se encuentra disponible en las salas de Fine Arts en Puerto Rico.