Era el cine del barrio, al que se iba en familia los domingos o con los panas de la escuela en esas primeras salidas de la adolescencia.

El cine Roosevelt es casi un patrimonio histórico, testigo de incontables vivencias que ahora se atesoran aún más al saberse que ese espacio de recreación desde la ficción, el drama y la fantasía cerrará sus puertas para nunca más abrirlas a partir del jueves, 23 de septiembre.

Fueron 73 años de historia en el corazón de la urbanización Roosevelt, en Hato Rey, y en la memoria colectiva de un País que se adentró a la magia del séptimo arte a través de estos espacios familiares, antes de descubrir las grandes cadenas de cine.

Un anuncio colgado en la cuenta en Facebook del cine Roosevelt dio la triste noticia de la clausura, motivada por los estragos económicos que va dejando la pandemia del COVID-19 para los negocios, especialmente los considerados pequeños.

“Lamentamos informarle que efectivo el jueves 23 de septiembre 2021, el Cine Roosevelt cesa sus operaciones. Durante 73 años, el Cine Roosevelt fue un icono comunitario y lugar de entretenimiento familiar”, inicia el mensaje que cientos lamentaron.

“El cierre por la pandemia de COVID-19 durante un año nos hizo mucho daño. Reabrimos el pasado 4 de marzo 2021 con una asistencia reducida debido a la pandemia, las restricciones gubernamentales y a los streaming simultáneos en televisión de las películas en estrenos. Damos las gracias a nuestros empleados, el público, los colaboradores y a todas las personas que (de) una forma u otra, nos apoyaron durante todos los años de operación del cine, al igual que cuando reabrimos el pasado marzo 4″, cierra el anuncio.

En entrevista con “Día a día”, Cecile Solá, hija del dueño del cine, Mario Solá Ramírez, y administradora junto a su esposo Milton Garland de esta empresa familiar, lamentó la decisión que se ven forzados a tomar, pero señaló que desde el embate del huracán María venían arrastrando con una serie de retos económicos que se agravaron con la pandemia y el “lockdown” que se implementó en el País.

A preguntas de Raymond Arrieta en su papel de “Plinia Palerm”, Solá aclaró que al momento no han recibido acercamientos para comprar el negocio, cuya última función será el día antes del cese de operaciones.

Sin embargo, se mostró optimista en que puedan superar la situación.

“Sí, estamos esperanzados en que haya una solución y que las familias tengan una opción de entretenimiento accesible y a precios módicos”, sostuvo sobre lo que siempre ha sido el norte de la empresa.

El cine Roosevelt es un negocio de familia. Los primeros dueños fueron José J. Salgado y Gerardo Baldrich Gómez, quienes lo adquirieron por $12,350. Posteriormente, lo compró el matrimonio formado por Mario Solá Ramírez y su esposa Rosa, tras lo cual quedó en manos de su hija y su esposo, quienes lo mantuvieron hasta la actualidad.

De acuerdo con una historia publicada en este diario en el 2004, con motivo de una remodelación que tuvo la estructura en ese tiempo, la primera inscripción de la propiedad tiene fecha del 1947 y se originó como un almacén de piezas militar. El propósito, no obstante, siempre fue convertirlo en un espacio de proyección de películas.

Don Mario Solá Ramírez se inició en la industria del cine, primero como distribuidor de películas, “principalmente las del cine mexicano y las western”, y segundo como administrador del cine Roosevelt. Fue en 1978 que logró adquirirlo y hasta ahora permaneció como un bien de la familia.

“Mami siempre seleccionaba películas que fueran dirigidas a la familia”, detalló entonces Cecile, “y no importa cuán taquillera fuera un filme, si no lo encontraba apropiado, no se proyectaba, y punto”.

El cine logró mantenerse vigente en términos de la estructura, ambientación y tecnología, sin embargo, su mayor valor era el trato personal que ofrecía a su asidua clientela.

Ayer, al llamar al número de teléfono del cine, se anunciaba la película en cartelera: “Shang-Chi and The Legend Of The Ten Rings”.