Ignacio de Loyola, filme sobre el fundador de la Compañía de Jesús, es una biografía parcial que aborda los años claves que dieron origen a la conversión del santo, su transición de soldado a siervo de Dios.

El filme que protagoniza Andreas Muñoz, actor madrileño de 27 años y 18 de profesión, estrena hoy en las salas de cine de Puerto Rico. Se trata de una producción de la Jesuit Communications Foundation Philippines que ya estrenó en Filipinas, España, Estados Unidos y Canadá. 

Muñoz explicó en entrevista con EFE que los responsables de la película buscaban darle dimensión internacional, atender asimismo a su mayor mercado, que es el filipino, y a la vez rodar con actores del mismo país del santo que hablasen inglés “con un poco de acento”.

“De hecho yo, que tengo un inglés neutro, he tenido que ir un poco hacia atrás para lograr ese acento”, aseguró Muñoz, que tiene entre sus compañeros de reparto a Javier Godino, Julio Perillán, Pepe Ocio y Mario de la Rosa.

El actor, cuyo debut en el cine fue con El espinazo del diablo, de Guillermo del Toro, estaba tan interesado en interpretar a Ignacio de Loyola que al primer casting en Madrid, que no pudo ir porque estaba haciendo Hamlet en Londres, envió a su hermano Omar, también actor, cinco años menor.

Le mandó con un mensaje: “Diles que quiero ese papel sea como sea”. A Omar le hicieron una prueba, pero lo encontraron demasiado joven y él les contestó: “Es que a quien buscáis es a mi hermano”.

La trama sigue a Íñigo López de Loyola (su nombre real), nacido en Guipúzcoa (país Vasco) en 1491, tras el evento que marcó su vida: su participación en la batalla de Pamplona en 1521, donde fue herido en una pierna. 

Amante de la lectura, ante la carencia de sus textos favoritos durante su convalecencia comenzó a leer escritos religiosos. Decidido a dedicar su vida al servicio de Dios, en 1534 fundó junto a un grupo de amigos la Compañía de Jesús, orden religiosa que llegaría a convertirse en una de las más poderosas de la iglesia católica. El filme destaca la lucha interna del militar al enfrentarse a sus vicios y violencia, la depresión, y a la Inquisición.

Muñoz basó la construcción del personaje en lecturas de la autobiografía de Ignacio de Loyola, así como en sus Ejercicios espirituales, tras lo cual preparó “dos tipos de personajes, el de Íñigo e Ignacio”, explicó el actor, que siempre tuvo muy claro cuáles eran los momentos fundamentales del filme, como los que enfrentan a Ignacio consigo mismo en su tortuosa penitencia de autoflagelaciones y ayuno para acercarse a Dios.

“Fue un reto muy grande”, aseguró sobre el papel, que abarca una decena de años en la vida del fundador de los jesuitas y que ha costado algo menos del millón de dólares.