Una película es completamente efectiva cuando todos sus componentes funcionan para llevarte en una machina de emociones y, en el mejor de los casos, dejarte con más preguntas que respuestas con el propósito de incitar conversaciones interesantes entre la audiencia.

Es una pena que en tiempos recientes, las grandes compañías de producción hayan dejado de darle importancia a una buena narrativa, la cual en sí es elevada por la dirección, cinematografía, banda sonora, etc. Se ha adoptado la mala costumbre de depender de estrategias formuláicas porque “funcionan”.

Sea como sea, el director Denis Villeneuve y su nuevo proyecto, “Dune: Part Two”, demuestra que la industria del cine está muy lejos de su final. Es tal su efectividad, que en un momento la emoción me haría sentir como si me elevara de la silla. El suspenso, la intriga, la acción y los efectos especiales están a otro nivel en este nuevo capítulo de esta saga de ciencia-ficción.

El filme continúa la historia de Paul Atreides, príncipe caído de una de las casas más poderosas del Imperium, y su viaje a través del planeta desértico Arrakis. Paul continúa enamorándose del pueblo de los fremen y su cultura, mientras al mismo tiempo desarrolla su plan de venganza en contra del Imperium, monarquía que asesinó a su padre. De igual forma, se enfrenta a una profecía de los fremen que piensan que Paul es el escogido para hacer de su planeta un paraíso.

Aunque en ocasiones encontré un poco lenta la primera parte de la cinta, para mí era claro que bajo la superficie se aproximaba algo de gran magnitud y eso era lo que me llamaba tanto la atención. Pero nunca en un millón de años esperaba que este segundo capítulo me impactara tanto. No me queda duda de que estas películas se unirán a la lista de los mejores proyectos de guerra y ciencia-ficción jamás hechos.

Hay demasiadas secuencias increíbles en esta secuela. Pero por mencionar sólo una destaco el momento en cuando el protagonista logra montar un gusano de arena, criatura nativa de Arrakis. La energía de esta escena funciona como un buen preámbulo a lo que ha de venir durante el resto del filme.

Las actuaciones son muy buenas, pero resalta de manera increíble la de Timothée Chalamet en el rol de Paul Atreides. Si sus actuaciones anteriores no te han impactado o piensas que ya conoces su nivel de talento no debes perder la oportunidad de verlo aquí, porque aún no has visto nada. Chalamet se transforma en “Dune: Part Two” y continúa marcando su territorio como uno de los mejores actores jóvenes de la industria.

Zendaya hace un excelente trabajo por igual y la introducción de Austin Butler a este mundo resulta ser ideal. Su personaje, Feyd-Rautha, funciona simbólicamente como una versión oscura y deformada de Atreides, lo cual provee una dinámica interesante al momento de su enfrentamiento.

Las escenas de guerra están a un nivel que no veíamos hace tiempo en un proyecto de Hollywood y el ritmo de la banda sonora, los tiros de cámara y la escala de la cinematografía magnifican la emoción.

“Dune: Part Two” estrena hoy en las salas de cine alrededor de la Isla.