Más de 17 años después de su muerte, el mundo recuerda muchas cosas de la historia de Anna Nicole Smith (1967-2007), tales como su estrellato surgido de su éxito como Playmate -modelo de la revista Playboy- en los 90, su aparición en realities que se metían en su vida más privada, su matrimonio con el millonario petrolero J.H. Marshal, la trágica muerte de su hijo de 20 años y la suya, poco después.

Todo esto es recogido en un minucioso documental dirigido por la cineasta Ursula Macfarlane titulado Anna Nicole Smith: Tú no me conoces.El título resulta muy apropiado. Pocas personas en verdad podían conocerla o saber su historia real, porque la misma modelo y actriz (tuvo un papel en la película Naked Gun 33 ⅓: The Final Insult) contaba historias de su infancia y adolescencia muy diferentes a los hechos reales. Al menos es lo que deja clara la investigación de Macfarlane al acercarse a los testimonios de Missy, quien fuera su mejor amiga en los comienzos de su carrera y la propia madre de Smith: Virgie Mae Hogan.

Ante los medios, cuando adquirió relevancia, Anna Nicole contaba la historia de una infancia triste, en la que recibía maltratos por parte de su madre, y se pintaba a sí misma rodeada de escasez. La amiga, que le enseñó a bailar, cuando se conocieron en la etapa en la que Smith intentaba abrirse paso como bailarina de streaptease, dice que contaba más bien su historia, la misma que le había relatado a Smith. 

La madre, Virgie, fallecida en 2018, resultaba ser una mujer muy dulce que negaba haber tenido dificultades económicas, y afirmaba haberle proporcionado a su hija todo el amor posible. En su testimonio ella misma relataba haberle reclamado a su hija por qué inventaba tantas historias sobre un pasado terrible que no tuvo. Y que Anna Nicole le había contestado que se ganaba más dinero contando historias tristes. Y que “lo malo se paga mejor” fue la respuesta que le dio para justificar que prefería que los medios repitieran sobre ella todas esas historias.

El terrible secreto de Anna Nicole Smith

Sin embargo, el documental Anna Nicole Smith: Tú no me conoces sacó a la luz algo que no se sabía, un hecho que según la directora sí marco un antes y un después, incluso el desplome emocional de Smith.Si algo real le reprochó Anna Nicole a su madre durante toda la vida era no haber podido conocer a su padre. No saber nada de él lo llevó a idealizarlo y, más tarde, cuando el estrellato comenzó a sonreírle al ser nombrada playmate del año, en 1993, contrató un detective para encontrarlo.

Su nombre real era Vicky Lynn Hogan y el de su padre era Donald Eugene Hogan. Efectivamente el encuentro se dio, Anna Nicole se reunió con su padre y su hermano biológico, Donnie. Los invitó a Los Ángeles, los llevó a Disneyland y a la mansión Playboy, donde Hugh Heffner hizo una fiesta en su honor.Pero el padre traía consigo una historia oscura: había estado en prisión por haber violado a dos menores de edad, una de ellas, la propia tía de Anna Nicole. También lo habían acusado de violar a sus otras hijas.

Según le relató la amiga a la documentalista, al final del encuentro con su padre, la modelo había cambiado. Missy relataría que el motivo de su tristeza era que su padre había intentado tener una relación sexual con ella. La amiga relata lo mucho que había soñado con ese momento y la profunda decepción que esto le produjo.(Puede leer: Kiko de ‘El Chavo del 8′ estará en el Comic Con en Colombia).

MacFarlane, en entrevista con Vanity Fair, explicó que al descubrir este detalle pudo entender muchos hechos posteriores en la vida de Smith. “Si observas la cronología de su vida, es después de ese momento que las cosas se desmadran (...). Debió afectarle, llevaba toda su vida buscando una figura paterna”.

Y al encontrarla, esta la destrozó. Meses después, Smith era llevada a la clínica por sobredosis. Después se casó con el millonario de 89 años Howard Marshall (ella solo tenía 26 años) ganándose la fama de “cazafortunas”.

Marshal murió en 1995 y Anna Nicole Smith tuvo que librar una batalla por la herencia. La cineasta le da el voto de confianza. Para la documentalista el hecho de que amara a su esposo no implicaba que no quisiera también su fortuna.

La vida personal de Anna Nicole seguía teniendo problemas. La adicción a opiáceos creció (debido también a los dolores resultantes de operaciones de aumento de senos). Tuvo una hija, Danielynn, por quien tuvo que luchar por la custodia.

Pero la muerte de su hijo Daniel fue una de las estocadas finales. El joven, fallecido a causa de una sobredosis accidental de fármacos contra la depresión, falleció en septiembre de 2006. Su madre le seguiría en febrero del año siguiente.