Nueva York. ¿Será que Dakota Johnson, estrella de 50 Shades of Grey, hundió uno de los talk-shows más populares de la historia de la televisión? Bueno, no. Aunque por la cantidad de chistes al respecto que hay en Twitter, cualquiera podría pensar que así fue.

La reputación de Ellen DeGeneres viene cuesta abajo desde hace casi un año, cuando durante una entrevista sumamente incómoda, la conductora acusó a Johnson de no invitarla a su fiesta de cumpleaños, y Johnson le respondió con una frase que se hizo famosa: “En realidad, eso no es verdad, Ellen”.

Ese fue apenas uno de una seguidilla de incidentes en torno a DeGeneres, que culminaron en algo mucho más grave la semana pasada, cuando en BuzzFeed aparecieron varios artículos que hablan de un ambiente de trabajo tóxico en su talk-show, así como acusaciones de acoso sexual y conductas impropias de parte de los productores.

En un email que le envió a su equipo, DeGeneres se hace cargo de las acusaciones en tanto cara visible del programa, pero critica a sus empleados “por no hacer su trabajo como saben que quiero que sea hecho”. En consecuencia, escribió la conductora, ella y la empresa productora “darán en conjunto los pasos necesarios para corregir esas falencias.”

Incluso quienes no suelen ver su exitosísimo talk show, que está en al aire desde 2003, probablemente sepan esto: ¡Ellen DeGeneres es famosa por ser superamable! Su frase de cierre diaria siempre es “Trátense bien”, y suele abrir cada programa con algún baile gracioso. Suele donar dinero a causas benéficas y hacer regalos a personas necesitadas y espectadores del programa, y hay varios segmentos entrañables e inolvidables de su programa, donde cumple el sueño de niños pequeños de conocer a su héroe.

Pero cuando The New York Times publicó un perfil de DeGeneres con el título claramente provocador de “Ellen DeGeneres no es tan buena como creen”, también estaba revelando parte de la verdad. En esa inusual entrevista -ya que no suele concederlas-, DeGeneres habló a corazón abierto de las presión que implicaba que la vieran siempre como una persona afortunada y feliz, y el periodista Jason Zinoman señaló esta dicotomía en el especial de stan-up de Netflix que hizo DeGeneres en 2018, con el título de Relatable.

Zinoman dice que “en franco contraste con su imagen pública de la mejor amiga de todos, siempre dispuesta a escuchar, en Relatable, De Generes se muestra como una mujer sarcástica, distante e indiferente hasta la caricatura, encapsulada en su burbuja de privilegios, que hace chistes, por ejemplo, sobre su incalculable fortuna”.

Zinoman también le preguntó en esa oportunidad sobre los rumores que circulan en Hollywood desde siempre y que aseguran que ella, en realidad, es todo lo opuesto de lo que se ve en cámara, y que no es amable con sus empleados. DeGeneres respondió: "Me molesta que digan eso porque es una mentira total. El primer día les dije a todos que lo único que quería era gente feliz y orgullosa de lo que hacían, y que si no era así, que no trabajaran con nosotros. Y la regla sigue siendo la misma hasta el día de hoy."

The Ellen DeGeneres Show siempre ha sido considerado una sala donde los artistas top del momento pasan a promover algún proyecto nuevo, por más que a la anfitriona también le guste hacerles bromas terribles no bien pisan el set. En enero de 2019, Kevin Hart tuvo un breve paso por el programa poco después de haber renunciado a ser presentador de ceremonia de los Oscar debido a controvertidos tuits y bromas homofóbicas pasadas. DeGeneres, que salió del clóset en su sitcom en 1997, un momento histórico para la comunidad LGBTQ, dijo que creía en las segundas oportunidades y lo instó a ignorar los comentarios negativos de las redes. Ella misma se comunicó con la Academia y les pidió que volvieran a contratar a Hart. Pero la movida se le volvió en contra, y muchos que todavía se sentían ofendidos por los chistes de Hart no entendieron por qué DeGeneres lo daba por perdonado y, para colmo, los tildaba a ellos de odiadores.

En octubre, DeGeneres y el expresidente norteamericano Geroge W. Bush fueron fotografiados charlando y riendo juntos durante un partido entre los Cowboys de Dallas y los Packers de Green Bay. En las redes sociales causó indignación que DeGeneres, una defensora de los derechos LGBTQ que tras salir del clóset sufrió trabas en su carrera, estuviera tan a gusto con un político que apoyaba la prohibición de los matrimonios del mismo sexo y cuyo gobierno lanzó la Guerra de Irak.

La explicación de DeGeneres en su programa, la semana siguiente, por más chistes que tuviera, no impresionó a sus críticos. “Hay gente molesta, lo entiendo. Pero, ¿saben qué? Soy amiga de Bush. De hecho, tengo muchos amigos con los que no comparto las mismas ideas. Todos somos diferentes y creo que hemos olvidado que está bueno que todos seamos diferentes.”

En las redes, de todos modos, fueron impiadosos con ella. “No son diferencias de opinión: es un criminal de guerra”, sintetizó un usuario de YouTube en referencia al expresidente Bush.

Noviembre de 2019: la entrevista a Dakota Johnson

Ya es casi un meme de Twitter que Johnson “hundió a Ellen”, pero lo cierto es que el incidente abrió las puertas para lo que vendría después. DeGeneres arrancó señalando que Johnson acababa de cumplir 30 años, le preguntó cómo había estado la fiesta, y a continuación le soltó: “No me invitaron”.

Johnson se prendió de inmediato y se la devolvió: “En realidad, no, eso no es verdad Ellen. Sí te invitamos”.

DeGeneres pareció tomada por sorpresa y Johnson prosiguió diciendo que recordaba que DeGeneres ya le había reprochado no haberla invitado a su fiesta de 29, y que por lo tanto se había asegurado personalmente de que para sus 30 años fuese incluida en la lista.

“Ni siquiera sabía que querías venir”, disparó Johnson.

“¿A quién puede no gustarle que lo inviten a una fiesta?”, preguntó DeGeneres.

“¡Yo ni sabía si te caía bien!”, exclamó Johnson, mientras DeGeneres seguía insistiendo que sí, que Johnson le caía bien. “¿Pero entonces por que no viniste, si yo te invité?”, remató Johnson.

Al parecer, efectivamente DeGeneres había sido invitada, pero ese fin de semana estaba fuera de la ciudad. De más está decir que la entrevista se viralizó y que Johnson fue festejada por ser una de las pocas que se le atrevió a DeGeneres en vivo.

Abril: incidentes pandémicos

Pocas semanas después de que la pandemia obligara a cancelar las producciones de Hollywood, DeGeneres posteó en YouTube un vídeo comparando la cuarentena con la cárcel, un chiste que cayó mal, al verla sentada en su palaciega residencia californiana mientras el virus efectivamente arrasaba en el interior de las prisiones. Tras las reacciones adversas, el vídeo dejó de ser público en YouTube.

Una semana después, la revista Variety publicaba que el staff de Ellen estaba en pánico por su futuro y ni siquiera sabían si les iban a pagar. Además, aseguraban que la conductora había contratado a técnicos no sindicalizados para producir el programa de manera remota desde su casa. La productora del programa finalmente les dio algunas precisiones a los empleados y adujo problemas de comunicación por el “caos” de la pandemia.

Julio: la debacle

El 16 de julio, BuzzFeed publicó una largo informe de Krystie Lee Yandolli, con entrevistas a actuales y exempleados del programa que denunciaban un ambiente de trabajo tóxico “con racismo, temor e intimidaciones”, y un exmiembro del equipo dijo: “Esa tontería de ¡Trátense bien! es cuando las cámaras están encendidas, es puro show”. Dos semanas después, Yandoli publicó otro informe en el que varias decenas de personas que trabajan detrás de cámaras aseguran que “en la oficina cunden el acoso sexual y las conductas inapropiadas por parte de los altos ejecutivos”.

Tras entrevistar a los empleados, Warner Bros, productora del talk show, emitió un comunicado diciendo que “si bien no todas las acusaciones se corroboraron, lamentablemente hay evidencias de deficiencias en el manejo diario del programa”. Agregó que se habían hecho cambios para solucionar la situación.

DeGeneres también le envió un email a su staff diciendo que habrá cambios. “Desde el primer día, siempre dije The Ellen DeGeneres Show sería un lugar de felicidad, donde nadie alzara la voz ni se faltara el respeto. Obviamente algo cambió, y lamento que así haya sido. Y por eso, pido perdón.”

“También me entero de que hay personas que trabajan para mí que están hablando en mi nombre y dando una falsa imagen de quién soy, y eso debe terminar”, agrega DeGeneres en su mail. “Como alguien que fue juzgada simplemente por ser quien es y que casi lo pierde todo, realmente entiendo y siento profunda compasión por quienes son vistos o tratados de manera injusta, no como iguales, o incluso son denigrados. Solo pensar que alguno de ustedes se haya sentido así es terrible para mí.”

Mientras tanto, las historias poco halagadoras sobre DeGeneres se siguen acumulando y hay varias otras celebridades que parecen dispuestas a abrir la boca.

“Trató horrible a más de uno que conozco, lo sabe todo el mundo” tuiteó en estos días el actor Brad Garret.

“Lo que es verdad es verdad”, le confirmó de inmediato la actriz Lea Thompson.