Esta semana nos deparamos con un nuevo capítulo de lo que he llamado el “Renacimiento del cine boricua”.

Luego del gran éxito en taquilla de la cinta de Roselyn Sánchez, “Diario, mujer y café”, el cine puertorriqueño continúa demostrando su gran potencial y ambición con la estreno de “Un día de Mayo”.

Este filme escrito y dirigido por Juan Esteban Suárez se explora el viaje emocional de “Mayo”, un joven artista y fotógrafo que es atormentado por los problemas irresolutos de su niñez. Cuando conoce a “Luna”, una chica que trabaja en una galería de arte, ésta lo inspira a exponer sus obras y a regresar a su verdadera pasión. Así, tendrá que adentrarse a un mundo de secretos y tensiones para recuperar unas pinturas que marcaron su desarrollo como artista y que finalmente lo harán enfrentarse a aquello que no lo deja convertirse en la persona que es capaz de ser.

“Un día de Mayo” impresiona desde su primera toma. La iluminación, colores y posicionamiento de cámaras son varios de los mejores elementos de esta cinta, proveyendo una hermosura urbana que refleja eficazmente el espíritu del arte contemporáneo. Esto funciona en perfecta sintonía con la historia, los personajes y ambientes artísticos y musicales que Suárez desarrolla en su propuesta.

Otro elemento que se destaca de igual forma tan pronto se presenta en pantalla son las excelentes actuaciones de Paolo José Schoene como “Mayo” y Anoushka Medina como “Luna”. La química romántica presentan es la mejor que he visto en una cinta puertorriqueña; genuina, encantadora y conmovedora.

Individualmente, Schoene presenta grandiosamente una de las mejores actuaciones que he visto en el cine local, esquivando el típico hombre heróico y seguro de sí mismo para en cambio darnos una mirada a una persona vulnerable que lucha con su salud mental y teme herir a las personas que lo rodean. Por otro lado, Medina nos regala una interpretación dulce, pero confiada y seductora al mismo tiempo. Me hubiese encantado ver mucho más de ella durante el tercer acto de la cinta ya que su personaje es clave para el desarrollo personal de “Mayo” y la conclusión de esta historia.

Esto me lleva a mis pensamientos acerca del desarrollo narrativo de “Un día de Mayo”. Me pareció superinteresante que esta película comienza siendo un drama-romance que te envuelve en la delicia del amorío entre “Mayo” y “Luna”, pero durante el segundo acto la historia da un giro y se transforma curiosamente en un suspenso investigativo.

Cuando esto comenzó a suceder no estaba seguro si iba a funcionar pues es un cambio drástico del ritmo de la trama, pero quedé sorprendido con los resultados. El libreto del director Suárez hace que el misterio del pasado de “Mayo” sea llamativo y no logras evitar querer saber más al respecto.

Ahora bien, tengo que mencionar que no me gustó el “vehículo” que usa para desenredar este conflicto. Suárez decide desviar su enfoque de los personajes principales para utilizar al cuñado de “Mayo”, el abogado “Rafa” —interpretado por Alfredo De Quesada—, quien se hace cargo mayormente de investigar los sucesos referentes al pasado del personaje titular. En mi perspectiva, esto hace que se pierda la línea narrativa de tal forma que cuando nos reencontramos nuevamente con “Mayo” y “Luna” casi olvidamos que eran parte de la historia. Hubiese sido preferible que durante estas secuencias al menos el personaje de “Luna” fuese involucrada para así atarla completamente al resto de los eventos que ocurren durante el tercer acto de la cinta y evitar que se sientan como dos historias apartes.

De igual forma, el final es incómodamente abrupto. Esto se debe a que se revelan cosas chocantes y estremecedoras durante el desenlace de la historia y luego no se nos da suficiente tiempo para procesarlas junto a los personajes. Suárez incluye una escena emotiva de “Mayo” y su hermana “Sara”, interpretada por María Victoria Martínez, quien es gran parte de la lucha emocional de su hermano, pero esta no es suficiente para “ablandar” el golpe del final de la cinta.

No obstante, “Un día de Mayo” sigue siendo un gran logro fílmico y sin duda alguna se convirtió en uno de mis proyectos favoritos de este “Renacimiento del cine boricua”. Hace muy buen trabajo en desarrollar lo que sé que será una gran experiencia colectiva en la pantalla grande y por lo tanto es digna de disfrutarse junto a otros amantes del género.

“Un día de Mayo” ya está disponible en cines.