Fallece el actor Sid Caesar
Caesar también trabajó en Broadway y en la pantalla grande, en la comedia épica de 1963 "El mundo está loco, loco, loco".

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Sid Caesar, el enormemente talentoso pionero de la comedia en televisión, que hizo mancuerna con Imogene Coca en rutinas que se volvieron clásicas e inspiraron toda una generación de escritores famosos, murió el miércoles. Tenía 91 años.
Caesar falleció durante la madrugada en su casa en Los Angeles después de una breve enfermedad dijo el vocero de su familia Eddy Friedfeld.
Sus dos programas más importantes fueron "Your Show of Shows", de 1950 al 54, y "Caesar's Hour", del 54 al 57, los cuales exhibieron su increíble talento para la pantomima, la sátira, la imitación, el dialecto y la comedia de sketch. Conformó un grupo de jóvenes escritores que al pasar de los años se volvieron mundialmente famosos como Neil Simon y Woody Allen.
"El gran astro que creó la televisión y quien creó la televisión fue Sid Caesar", dijo el crítico Joel Siegel en el documental de televisión "Hail Sid Caesar! The Golden Age Of Comedy", transmitido en 2001.
Aunque era más famoso por sus programas de televisión, que han sido recuperados en DVDs en los últimos años, también tuvo éxito en Broadway y en la pantalla grande, destacando en la comedia de 1963 "El mundo está loco, loco, loco".
Si el clásico hombre gracioso suele ser gordinflón, chaparro o flacucho, Caesar era alto y fuerte pero con extremidades de payaso y una cara que parecía de plástico acompañada con su característico lunar en la mejilla izquierda.
Caesar insistía que las risas verdaderas venían de la vida cotidiana, no de los chistes o de hacerse el gracioso.
"La vida real es la verdadera comedia", dijo en una entrevista del 2001 con The Associated Press. "Así todos saben de lo que estás hablando". Caesar llevó la comedia de lo cotidiano a la televisión incluso antes de que existiera un término para ello o de que exponentes clásicos como Jerry Seinfeld hubieran nacido.
Algunos lo comparaban con Charlie Chaplin por su éxito al mezclar el humor con la tragedia.
"Aunque una idea sea completamente fantasiosa no funcionará a menos de que tenga una base creíble desde la cual partir", dijo a The Associated Press en 1955. "Los espectadores te tienen que ver primero como una persona y después de eso puedes ir a donde quieras".
Caesar actuó con talentos como Howard Morris y Nanette Fabray, pero su más célebre colaboradora era Coca, su coprotagonista en "Your Show of Shows".
Coca y Caesar hacían rutinas que se burlaban de lo común, de los pleitos entre los casados, la publicidad vana, desconocidos que se encuentran y hablan con puros clichés. Hicieron una parodia de la película de vaqueros "Shane" en la que el héroe se llamaba "Strange" y también protagonizaron una parodia de la escena romántica de "From Here to Eternity". Y las rutinas del matrimonio "The Hickenloopers" se volvieron clásicos.
"La química era perfecta, eso era todo", dijo alguna vez Coca, quien murió en 2001. "Nunca salíamos, nunca convivíamos socialmente, pero por años trabajamos juntos de 10 de la mañana a 6 o 7 de la noche todos los días de la semana. Lo que hizo que funcionara fue que las mismas cosas nos parecían graciosas".
Cuando el "Caesar's Hour" salió del aire en 1957, Caesar tenía solo 34 años. Pero el duro ritmo de la televisión semanal le había cobrado la factura: dependía del alcohol y las pastillas para dormir cada noche para poder despertar y hacer más comedia.
Necesitó décadas para tocar fondo. En 1977, estaba en un escenario de Regina, Canadá, en "The Last of the Red Hot Lovers" de Simon cuando su mente quedó en blanco. Salió del escenario e ingresó a un hospital donde quedó frío como un muerto. Entonces comenzó su recuperación, con la ayuda de su esposa Florence Caesar, quien estuvo con él por más de 60 años y le ayudó a combatir a sus demonios.
Entre esos demonios estaba el arrepentimiento por la enorme fama perdida de su juventud, y cómo la presión que enfrentaba casi lo mató. Pero con el tiempo aprendió a ver la vida con filosofía.
"A veces uno cree que porque pasa algo bueno entonces algo malo tiene que pasar. Pero no es así necesariamente" dijo sonriente en 2003, complacido de compartir su sabiduría aprendida con dureza: "Dos cosas buenas ocurren al hilo".