Tras servir al país como consejera profesional por más de cuatro décadas y llegar a cientos de hogares a través de diversos medios de comunicación, incluyendo libros de su autoría, hoy Nildín Comas Matos, de 71 años, descansa en paz.

Fue precisamente en la página de Facebook del Canal 13 donde se anunció su fallecimiento y se le agradece su “aportación al bien de los demás”.

También, a través de las redes sociales y en su misma página de Facebook, donde tenía “Mi escuelita para ser feliz”, muchos continúan expresando pesar por la partida de la comunicadora y otros recuerdan la pizarra que usaba en sus programas cuando discutía algún tema a profundidad.

La profesional de la consejería reiteró en varias entrevistas que su compromiso era con la gente.

“Cuando se es joven y se ha pasado por experiencias dolorosas a causa de enfermedades y Dios te da la oportunidad, entiendes que la vida merece la pena vivirla”, dijo en una ocasión en una entrevista con El Nuevo Día.

La también anfitriona por varios años del programa Escenario para la vida, que se transmitió por el canal 6, confesó que su incursión en la televisión fue resultado de una insatisfacción.

Mientras era directora del Programa de Orientación y Consejería del entonces Colegio Universitario Tecnológico de Bayamón, notó que quería algo más: llegar a más personas con temas de mayor profundidad.

Se animó e hizo una propuesta para hacer un programa de televisión y al día siguiente se la envío al Canal 6. Unas 24 horas más tarde comenzó su programa que duró cinco años.

Ya antes había colaborado con la periodista radial Nasha Rivera en la emisora 11Q.

La también tallerista llegó luego al Canal 13 con su programa “Vivencias”, que se transmitió hasta el 2015.

Mucho antes de tener su propia oficina, aún siendo una joven, aceptó en otra entrevista que sintió un llamado de ser religiosa.

La aspiración no evolucionó luego de un diagnóstico de cáncer de tiroides, el primero de muchos diagnósticos médicos que enfrentó a lo largo de su vida.

Esto incluyó uno de artritis reumatoide.

Nada de eso le impidió a la emprendedora vecina de Cabo Rojo seguir compartiendo con la gente las técnicas que aprendió para ser feliz.