Gerard Butler decidió seguir los pasos de Scarlett Johansson y se convirtió en la segunda estrella de Hollywood que en menos de 48 horas denunció ante el Tribunal Superior de Los Ángeles a sus empleadores (en este caso dos productoras) por una deuda millonaria relacionada con los ingresos generados por una película.

En la demanda presentada por sus abogados, Butler dice que las productoras de Olympus Has Fallen, estrenada en 2013, declararon menos ingresos de los reales generados por la película para perjudicarlo. Según el actor, tanto Nu Image como Millennium Films omitieron incluir entre las ganancias una cifra millonaria (alrededor de ocho millones de dólares) que terminó en los bolsillos de los ejecutivos de Nu Image y Millennium Films. Esa acción hizo que Butler perdiera al menos 10 millones de dólares.

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“Los productores de la película ganaron decenas de millones de dólares pero se niegan a pagarle a Butler un solo centavo de los ingresos brutos y las ganancias que le prometieron en el acuerdo previo firmado por ambas partes. Butler trabajó con los acusados en una serie de películas de gran éxito y exige lo que es justo. Y se niega a tolerar las tergiversaciones y otras conductas ilícitas de los demandados”, señala el planteo judicial de los abogados del actor.

En la demanda se indica que a Butler su contrato le daba derecho a recibir el 10% de las ganancias netas, más el 6% de los ingresos brutos en el mercado norteamericano una vez que se superen ingresos por 70 millones de dólares y el 12% de esos mismos ingresos en el resto del mundo una vez superados los 35 millones de dólares. También se fijaba el acceso del actor a algunas bonificaciones adicionales conectadas con la mayor venta de entradas.

El reclamo agrega que un auditor contratado por Butler descubrió que los productores habían declarado ganancias por cifras muy por debajo de las reales y que la diferencia (alrededor de 17 millones y medio de dólares) fue repartida entre los productores y ejecutivos.

En un punto el reclamo de Butler se parece mucho al que Johansson le hizo a Disney, ya que aspira (como su colega de Black Widow) a recibir una compensación por las ganancias de la película por valores expresamente acordados con anterioridad al estreno entre las productoras y los representantes legales del actor.

Pero los analistas de Hollywood marcan al mismo tiempo diferencias entre ambos casos, ya que el de Butler corresponde a un modelo tradicional de contabilidad en el reparto de las ganancias de las ganancias de una película que solo pasó por los cines, y el de Johansson tiene que ver con la aparición de un nuevo paradigma relacionado con el streaming como espacio alternativo de difusión.

Butler ganó notoriedad como uno de los héroes de acción mejor instalados en el universo de Hollywood durante la última década gracias a la película que origina la demanda.

En Olympus Has Fallen interpreta a “Mike Banning”, un ex militar y agente del Servicio Secreto de Estados Unidos que debe rescatar al presidente de ese país de un ataque terrorista y de un secuestro. La película recaudó más de 170 millones de dólares en todo el mundo y Butler retomó el papel en dos secuelas: Londres bajo fuego (London Has Fallen, 2016) y Presidente bajo fuego (President Has Fallen, 2019).