Graban película puertorriqueña “La espera desespera”
Este trabajo cinematográfico mereció $250,000 como parte de los guiones ganadores del proyecto CoLab, de la Corporación de Cine de Puerto Rico.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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En plena crisis económica, “Jorge” se queda sin trabajo. Su situación se torna más difícil cuando a su esposa “Lisa” necesita una operación por una condición cardiaca. En un acto de desesperación, él robará un banco.
Aunque el asunto es serio, la mejor manera de abordarlo es a través de la comedia, según especificó la directora y guionista del filme “La espera desespera”, Coraly Santaliz Pérez.
Este trabajo cinematográfico mereció $250,000 como parte de los guiones ganadores del proyecto CoLab, de la Corporación de Cine de Puerto Rico. Otra película que se benefició de esta competencia fue “La granja”, de Ángel Manuel Soto.
Santaliz dijo que la idea del largometraje surgió tras una situación que vivió su familia cuando necesitaba un seguro médico para atender la salud de su hermana Annette y ella le dio el toque cómico.
“Como el cine es para entretener, veremos a una persona buena cometiendo errores porque no sabe cómo usar un arma y trata de imitar a las películas, pero le sale todo mal”, dijo la directora, quien cuenta con el respaldo de su hermano Walter Santaliz en la dirección de fotografía.
La pareja será interpretada por los actores Marisé Álvarez y Carlos R. Marcharnd, ambos con experiencia en el género de la comedia. Otra de las caracterizaciones medulares de la cinta estará a cargo de la actriz Lynnette Salas, quien interpreta a la cajera del banco.
Marisé Álvarez mencionó que, más allá de las situaciones cómicas, la película hace una “crítica sutil” al exponer la realidad que enfrentan las personas que no poseen un plan médico.
“Me identifiqué con la historia porque estamos viviendo un momento de crisis en el que tenemos que buscar los chavitos en todas las esquinas. Se presenta una crítica a la dependencia a los planes médicos y que todo se hace en base al dinero. Coraly rompe con este moralismo de hacer las cosas, porque la solución es robar un banco y cómo ellos se hacen cómplices”, mencionó Álvarez, quien describe la historia como “divertida, sensible y muy familiar”.
La integrante del colectivo Teatro Breve, quien apareció en el filme Los condenados, resaltó la identificación que el público tendrá con los personajes, esencial para el respaldo en las salas de cine a finales de este año.
Lynnette Salas, por su parte, destacó los giros que tendrá la historia al darle protagonismo a la cajera “Mariana”. “Lo divertido es que de momento se presenta la vida de ella. Es una mujer luchadora con problemas en su hogar. Eso la hará reaccionar de una manera particular”, adelantó la actriz sobre su primer filme.
En la película participarán, además, Ricardo Álvarez, Gerardo Ortiz, Julio Ramos, Willie Denton, Nancy Millán, Cristina Soler y otros.
El proyecto CoLab tiene el fin de darle al cineasta un presupuesto de $250,000 para la creación de su ópera prima.
Esta iniciativa, además, permite que el cineasta y el productor escojan a mentores de la industria cinematográfica nacional que los guiarán en el proceso de filmación.
“El presupuesto es limitado porque creemos que se puede hacer más con menos. Uno de los retos del cine nacional es contar buenas historias con limitaciones presupuestarias. La Corporación pone el presupuesto”, explicó la directora ejecutiva de la Corporación de Cine de Puerto Rico, Mariella Pérez, sobre el dinero proveniente del Fondo Cinematográfico.
CoLab se suma a la competencia de cortometrajes Micros y la beca de estudios graduados Raúl Juliá, desarrollados por esta administración.
Como parte del programa de mentoría, Coraly Santaliz se nutrirá de la experiencia en dirección de Edmundo H. Rodríguez, mientras la joven productora María José Delgado contará con el respaldo de Frances Lausell.
A diferencia del préstamo del Fondo Cinematográfico, CoLab es una competencia, por lo que el cineasta no tiene que devolver este dinero. Por tanto, el realizador tiene los derechos de exhibición de sus trabajos en el mercado local e internacional.