Con su llegada a Disney+ este viernes, 3 de julio, Hamilton, la entrada más caliente de Broadway de los últimos años, se convierte en la pieza más importante en el catálogo del nuevo gigante de “streaming”.

Si has estado en el Internet, si has visto noticias o si has hablado con al menos una persona en los últimos cinco años, es posible que ya conozcas sobre Hamilton, el musical de Broadway/fenómeno global que convirtió una aburrida lección de historia en un electrizante despliegue de Hip Hop, R&B y Pop.

En manos de Lin-Manuel Miranda -quien originalmente imaginó el proyecto como un “mixtape” de hip hop- esta extensa pero nunca monótona lección histórica de los Estados Unidos adquiere una relevancia que trasciende sus personajes, localidad y géneros musicales. Por más centrada en un período de tiempo, Hamilton es una historia universal sobre inmigrantes, derechos y revolución. Once premios Tony más tarde y tras una millonaria adquisición de derechos, el musical más grande en la historia llega a una novel plataforma de “streaming” que también busca ser la más grande en su categoría.

La transición de un musical de Broadway a la pantalla chica, por más que se intente, nunca logrará replicar la experiencia de verlo en el teatro, con la atmósfera inigualable de un histórico espacio y la energía de un público que se vive cada momento. Aún así, esta versión de Hamilton -grabada en el 2016 con el elenco original- se acerca lo suficiente a la experiencia de verlo en persona. No hace falta haberlo visto en un teatro para hacer la comparación, pues la dirección de Thomas Kail es tan precisa en sus acercamientos, tiros abiertos, transiciones y captura de una impecable coreografía que resulta imposible no contagiarse con la “Hamiltonmanía”, la cual está a punto de resurgir a cinco años de su estreno fuera de Broadway.

El artista de ascendencia puertorriqueña Lin-Manuel Miranda (In the Heights, 200 Cartas) lidera el elenco como el personaje titular, un inmigrante que nació en el Caribe y que una vez en los Estados Unidos, se convirtió en la mano derecha del presidente George Washington, además de haber sido el primer secretario del Tesoro. A través de sus dos horas y cuarenta minutos de duración, el musical narra los eventos más importantes en la vida de uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos, desde su rol en la Guerra de Independencia y la ratificación de la Constitución. En otras palabras, ve por el repaso histórico y quédate por la irresistible fusión de historia, música y coreografía.

A Miranda lo acompaña un elenco estelar compuesto por Daveed Diggs, Anthony Ramos, Phillipa Soo, Renée Elise Goldsberry, Chris Jackson, Leslie Odom Jr. y Jonathan Groff. Aunque todos tienen su momento para brillar -algunos en doble función- son Diggs, Goldsberry y Groff quienes provocan mayor emoción en el musical.

La canción Satisfied a cargo de Goldsberry es uno de los momentos cruciales del primer acto, y uno de los números más ambiciosos del musical. Su atractivo no es solo el ingenioso y constante cambio de perspectiva a través de la canción -cuya letra narra la tragedia de un amor imposible- sino también la manera en que el “performance” arroja luz sobre los roles de género, con un giro moderno que responde a un estilo preestablecido por Miranda en sus trabajos anteriores, pero perfeccionado en esta obra imperdible.

Entrar en más detalle sería violar una de las principales reglas del teatro que aplican al público. Por ahora, tendrá que bastar con la siguiente declaración: Hamilton se eleva más allá de la lección histórica y se adjudica su propio espacio en la historia de la cultura popular. Hayas disfrutado del musical en un teatro o no, esta versión promete satisfacer a todos.

Hamilton estará disponible en Disney+ a partir del viernes, 3 de julio.