Idol Kids: Talento infantil entre lágrimas
La madre de Shelmarie González dice que el sistema de votación no es justo.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Absurdo. Con este adjetivo, Joe Ramos, presidente de Wapa Televisión, describió ayer algunas críticas emitidas por el público en el sentido de que la competencia Idol Kids Puerto Rico (IKPR) es un foro que se presta para explotar y torturar a nuestra niñez luego que, al escogerse las finalistas del grupo de las niñas este pasado domingo, muchas de ellas se proyectaran afligidas y desconsoladas frente a las cámaras.
“Nosotros hemos armado este proyecto con mucho cuidado y con mucho tacto, respetando y vigilando siempre el estado emocional de los niños. Esto es una competencia y tanto ellos (los niños) como sus padres saben que en las competencias unos ganan y otros pierden”, señaló el ejecutivo de Wapa al ser abordado por Primera Hora. Cabe mencionar que los niños participantes en esta competencia cuentan con el coaching del psicólogo Ariel Orama López.
Por su parte, la secretaria del Departamento de la Familia, Yanitsia Irizarry, comparte una visión similar a la de Ramos.
“Yo creo que Idol Kids posee varios elementos equivalentes a un talent show, que no es desconocido para nuestros niños ni para los padres. Para esta competencia (IKPR), se hizo una convocatoria pública y mamá y papá sabían de qué se trataba. La responsabilidad es de mamá y papá, porque ellos son los únicos que saben si sus hijos tienen la capacidad de participar de una competencia”, consideró Irizarry al ser entrevistada ayer por este diario.
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En cuanto al efecto psicológico que una competencia como esta pueda tener en un niño que pierde, dependerá en gran medida de sus padres, según explicó la psicóloga Mineira Serrano.
“Son los padres los que pueden ayudar al niño a manejar la experiencia de forma positiva y sin ejercer presiones indebidas. En términos generales, cualquier tipo de competencia puede ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades y manejo de sus emociones, desde la competencia académica hasta la deportiva. Lo importante es que el niño pueda divertirse y esté haciendo lo que le gusta, sabiendo que es solo una competencia, una experiencia de vida”, abundó Serrano.
El presunto maltrato al que son expuestos los niños que participan en este reality show no fue el único issue que se levantó luego que se escogiesen a las niñas finalistas. Algunos padres de estas pequeñas, como doña Magaly Suárez, madre de la jovencita Shelmarie González, se quejaron al denunciar que el proceso de votación mediante mensajes de texto pone en desventaja a los últimos participantes de la noche pues son los que más cercanos están a la hora en que se supone que concluya la transmisión.
“No es porque sea mi hija, pero todo el mundo, hasta los de Wapa, decían que era una de las mejores y, por ser la última en cantar, el tiempo que hubo para votar por ella fue entre dos a tres minutos. No fue justo para ella en comparación a las otras que tuvieron más tiempo para que votaran por ellas. Deben dar una semana para las votaciones o que los mismos jueces los escojan”, sugirió Suárez, quien aseguró desconocer que las votaciones se contabilizaban la misma noche de la presentación.