La actriz y cantante rompió en julio pasado con su marido Marc Anthony, dos meses después de que el programa 'American Idol' terminara, y admite que sus problemas personales le hicieron replantearse si debería seguir en el programa.

"Estoy un poco cansada con todo lo que está pasando en mi vida en estos momentos", aseguró.

Sin embargo, Jennifer pronto cambió su idea porque realmente disfruta trabajando con sus compañeros, los otros jueces del formato, Randy Jackson y Steven Tyler, además de con el presentador, Ryan Seacrest.

"Es una de las mejores cosas que he hecho nunca. Participar en esto, ver crecer a alguien y convertirse en una superestrella. Es como 'OK, lo quiero volver a hacer'", afirmó.

Mientras tanto, Ryan ha admitido que está encantado de que Jennifer haya firmado un nuevo contrato, que estaría valorado en 20 millones de dólares.