Julián Gil tiene pesadillas recurrentes con la primera vez que le entregaron un micrófono para animar una edición del Festival de la Bahía, que se celebraba en San Juan.

No recuerda la fecha con exactitud, cree que fue entre el año 98 y el 99. Lo que no olvida son las miles de personas que tenía frente a él. Las críticas fueron las peores, reconoce, pero le sirvieron para despertar su atracción por el ámbito artístico.

“Fue como que un punto de partida, un detonante, porque sentía que me gustaba todo esto y fue muy importante para mí, porque ahí empezó todo”, recuerda el actor de origen argentino, que hoy reaparece en la pantalla local en la telenovela La que no podía amar de Univisión.

Desde ese momento hasta el presente, Julián Gil ganó un récord Guinness, vendió sus negocios en Puerto Rico y se embarcó con “una maleta llena de sueños” hacia la ciudad de Miami, Florida, donde comenzó a delinearse en la actuación. “Mis comienzos en Miami fueron bien difíciles. Los primeros dos o tres meses fueron como comenzar en cero”, sostiene quien entonces se obsesionó con triunfar en la pantalla chica.

Al momento, suma una decena de proyectos dramáticos, entre los que destaca el culebrón Sortilegio como el que “transformó” su carrera.

Ahora, con más acento mexicano que argentino o puertorriqueño (origen natural y adoptivo), encara el personaje más complicado que haya tenido en frente: el abogado “Bruno Reyes”.

“Es un personaje que desde el primer capítulo viene trabajando una venganza, un odio y una envidia contra el personaje de Jorge Salinas (‘Rogelio Montero’), que fue el que le quitó y tiene todo lo que en un día fue de ‘Bruno’”, agrega el compañero de elenco de Ana Brenda Contreras y Susana González, entre otros. Este melodrama de José Alberto Castro para Televisa es una adaptación de la trama original de Delia Fiallo, Monte calvario. El personaje de Julián Gil fue creado para esta adaptación, cuyo estreno será hoy, a las 8:00 p.m., por Univisión.

A esta producción les restan tres semanas de grabaciones, justo el tiempo que falta para el estreno de la sexta edición de la competencia Nuestra belleza latina, en la que el artista repetirá como juez. Aparte de estos proyectos, Julián Gil considera dos ofrecimientos para hacer teatro y una película.

Entretanto, ¿cómo está el romance? “Creo que con los años y la madurez me pongo un poco más complicado. Estoy saliendo con personas, conociendo gente; he aprendido a salir y conocer gente y no amarrarme a personas”, asegura el padre de Nicole, de 25 años, y Julián, de 16.

En este momento de efervescencia profesional, el retiro no tiene fecha. Pero cuando el actor piensa en esa transición, se ve de regreso en Puerto Rico. “Mi sueño es poderme retirar en Puerto Rico con un hotel chiquitito, donde tenga un restaurante, que yo lo pueda atender”, concluye.