La directora Coraly Santaliz, la productora María José Delgado y el director de fotografía Walter Santaliz querían una película que invitara a la risa, pero sobre todo que no excluyera a ningún miembro de la familia de la sala de cine.

Así nació La espera desespera, que estrenará el próximo jueves en Fine Arts de Hato Rey. El guion de Coraly Santaliz presenta a la joven “Lisa”, quien necesita una operación por una condición cardiaca. Tras intentos fallidos para conseguir el dinero, su esposo “Jorge” robará un banco, pero su ingenuidad, su torpeza y su inexperiencia le darán el toque jocoso a la trama. La pareja será interpretada por los actores Marisé Álvarez y Carlos Marchand, mientras que la cajera del banco estará a cargo de la actriz Lynnette Salas.

“Si alguien quiere ver algo negativo, para eso están las noticias. El cine es el espacio para relajarte. Esta película tiene su crítica en cuanto a la crisis económica. Él está en una situación seria, pero por las situaciones que le pasan son cómicas. La gente se va a identificar y a reírse”, aseguró el director de fotografía.

“Es una película para entretener. Una comedia para toda la familia que tiene algo de acción y es tierna”, añadió la directora y guionista.


Marisé Álvarez comparó la película con producciones dominicanas y cubanas que se distinguen por sacarles humor a situaciones reales. Indicó que la idea drástica del personaje que decide robar se utiliza como excusa para darle jocosidad a la trama, no obstante, se muestra una crítica al alto costo de los servicios médicos.

“Nos hace falta este tipo de trabajo porque somos Caribe. Nos gusta la risa y las penas las pasamos riéndonos. El cine dominicano y cubano recurren a vernos retratados”, mencionó la integrante del colectivo Teatro Breve, quien celebró además la diversidad temática del cine puertorriqueño, cuyas muestras recientes son Broche de oro, de Raúl Marchand, y Under My Nails, de Arí Maniel Cruz.

Lynnette Salas y Carlos Marchand coincidieron en que la ingenuidad y el aire bonachón del personaje “Jorge” contribuyen a la comicidad. “Su nivel de ingenuidad y en el contexto de lo que está sucediendo es la parte graciosa. Uno lo ve gracioso, pero fui bien honesto. Espero que se diviertan”, expresó Marchand.

“Es un hombre bueno, pero no encuentra salida. Los bancos no lo ayudan. Claro que no estamos diciendo que roben un banco. Eso es la excusa para crear la situación cómica”, añadió Salas, cuyo personaje de cajera representa también al boricua asfixiado por la crisis económica.

La espera desespera forma parte del proyecto CoLab, de la Corporación de Cine de Puerto Rico, que tiene el fin de darle al cineasta un presupuesto de $250,000 para la creación de su ópera prima. Como parte del proyecto, el grupo se benefició de los conocimientos de unos mentores. Coraly Santaliz se nutrió de la experiencia en dirección de Edmundo H. Rodríguez, mientras la joven productora María José Delgado contó con el respaldo de Frances Lausell. Walter Santaliz tuvo el respaldo de Pedro Villalón.

Acerca de que la película se presenta en una sala de cine, Delgado dijo que ante el presupuesto limitado decidieron aunar esfuerzos para llenar a capacidad ese espacio.

La productora ejecutiva de la Corporación, Nadia Barbarossa, agregó que eso no significa que no se puedan aumentar las presentaciones de la cinta en otros teatros.

“No fue que estuviéramos pensando chiquito por ponerla en una sala, sino que estamos pensando en concentrar los esfuerzos porque es una película de $250,000. Lo que se puede gastar en distribución tiene que estar relacionado con cuánto cuesta la película”, explicó.