En algún momento la actriz Isel Rodríguez escribió una nota pidiéndole al universo que la acercara a personajes de mujeres interesantes, extraordinarias, retantes. Y llegó “Noelia”, una mujer puertorriqueña que por segunda vez es tocada por el cáncer de colon. Ahora con metástasis.

Contra cualquier recomendación, “Noelia” decide vivir esta nueva etapa de la enfermedad en libertad y regresa a su punto de origen: Vieques.

El filme “La pecera” -coproducción de Puerto Rico y España- se sumó al amplio perfil profesional de Isel y con este trabajo no solo llegó un personaje con el que logró un desdoble de excelencia, según se ha destacado en los festivales internacionales donde se ha exhibido, sino también la experiencia artística de encontrarse en un escenario fílmico donde la mayoría de los puestos eran ocupados por mujeres.

Escrita y dirigida por la también boricua Glorimar Marrero, la película contó casualmente con un equipo de producción casi 100% femenino, con excepciones como el director de fotografía PJ López que igualmente tiene un alma bien femenina, según destacó la productora Tristana Robles (Filmes Zapatero).

Encontrarse dentro y fuera de escena con sus otras miradas de mujeres, le hizo fácil su gestión actoral. “Es más fácil, porque hablamos, uno habla, uno dice. Se hace de manera natural, el decirse qué uno quiere, qué no quiere, cómo se está sintiendo, así que en el proceso de trabajo me parece que la comunicación es mucha; que para alguna gente eso quizás podría ser una pesadilla, pero siento que para mujeres trabajando juntas, es natural”, puntualizó la artista.

“Trabajo con muchas mujeres todo el tiempo y estamos todo el tiempo hablando de los procesos y de las vidas personales durante estos procesos. Eso es una diferencia bien grande, que le importe a la gente hablar de cómo te estás sintiendo en medio de todo esto. Hay gente preocupá por uno genuinamente”, sostuvo la protagonista de la historia que se hizo sentir en el Festival de Cine Sundance, Festival de Cine Göteborg, Festival de Málaga y Festival de Cine Latino de Chicago, entre otros nueve.

Esa comunicación y sensibilidad que destaca Isel es un valor que va en favor del trabajo dentro y fuera de escena, porque en un proceso de rodaje, de pronto el equipo de trabajo se convierte en una familia escogida que por un periodo de tiempo va a convivir en un espacio con un objetivo común, apuntó Tristana. “Cuando sales a filmar una película, que es una labor bien intensa, dos meses bien intensos donde casi convivimos todos juntos, pues tener esa comunicación tan abierta y estar pendiente del otro es bien importante para que funcione la química, porque si no, se te van desarmando las piezas”, dijo.

“A la mujer la educan para preguntar, para preocuparse por el otro. Así que creo que hemos empezado a traer esa forma en que nos educan -que nos deberían educar a todos los seres humanos así, no solo a las mujeres-, y lo estamos implementando en nuestro trabajo y en cómo convivimos, porque así nos cuidamos las unas a las otras”, abundó Tristana.

La actriz asume el rol protagónico encarnando a una paciente de cáncer de colon metastásico.
La actriz asume el rol protagónico encarnando a una paciente de cáncer de colon metastásico. (Josian Bruno)

Que un proyecto fílmico contara con una amplia participación de profesionales mujeres era tal vez una utopía en el pasado, sin embargo esa posibilidad cada vez es más constante en la industria cinematográfica, resaltó la también productora y sonidista Maite Rivera. “Creo que también se empiezan a abrir más posibilidades; creo que ahí está la clave. En el momento de que hay posibilidades, de que hay oportunidades, de que se demustra que se puede, de que hay capacidad de sobra, ahí la mujer va a buscar su lugar”, apuntó.

“La pecera” entra en la intimidad de esta mujer enferma, que lleva una colostomía, en un entorno donde aún se respira la contaminación bélica. Es una historia que se da en un contexto puertorriqueño, pero ambas son realidades universales, y así lo han entendido y celebrado las audiencias que la han visto. Esto, según concurren la actriz, directora y productoras, corrobora que es posible hacer historias locales con un impacto global.

Ha sido bien gratificante poder presentar la película en distintas partes del planeta y que haya una receptividad sobre los temas que aborda y también he sentido mucha solidaridad y mucho interés con esta historia puertorriqueña”

-Glorimar Marrero, guionista y directora

“Creo que la producción en Puerto Rico va in crescendo cada vez más. Creo que tenemos que contar nuestras historias cada vez más, historias que no tienen que ser muy sofisticadas en el aspecto de producción, al contrario, tenemos que ser coherentes con nuestra industria. Nuestra industria no tiene muchos recursos económicos. En este caso se hizo una coproducción con España, en otras ocasiones se han hecho con otros países, República Dominicana, creo que eso es una buena manera de conexión para nosotros con el mundo”, indicó Maite.

“Hemos ido entendiendo esa parte de lo global y lo local -agregó Tristana-. Miras películas como ‘Amores perros’, qué película más local a ellos (México) y mira cómo le dio la vuelta al mundo. Realmente en nuestra individualidad en el planeta, nosotros queremos saber del otro, pero lo personal del otro. La historia genérica universal, es entretenimiento”.

Para Isel fue significativo que el público en el Festival de Cine Sundance se emocionara con lo visto en la pantalla. “Gente que nunca te había visto, sentirse tocada y emocionada por una historia que nunca han visto, eso solidifica que puedo contar mi historia y no me tengo que sentir pequeñita, que no valgo na’, porque soy de una Isla pequeña. No. Eso es un cuento humano que vive un montón de gente, en un montón de partes del mundo también, y la gente lo reconoce, se ve”, expuso.

Es un objetivo personal que tengo de querer y desear hacer cosas locales, historias locales, cuentos locales, de personas que se me parecen, que reconozco, que sé por dónde vienen y puedo entrar ahí”

-Isel Rodríguez, actriz

Igualmente le impactó que un hombre entre el público, con una colostomía, se le acercara a hablarle de su experiencia, porque es un tema tabú. “A veces uno tapa esas cosas que uno está viviendo nada más para poder tener la misma oportunidad que tiene todo el mundo, así que ver esa intimidad es una cosa que no la sueles ver en el cine, primero porque no es sexy, no es hot, todo el mundo quiere ver el hotness y el sexyness en el cine, queremos ver a Brad Pitty, que no hay nada malo con eso, pero ver estos momentos así y de manera cruda y a la vez bien poética, porque hay algo poético dentro del dolor que se está viviendo aquí, la crudeza que se está viviendo se está contando a través de un filtro y un ojo de poesía”, destacó la actriz.

“La pecera” inicia este jueves su viaje por las salas locales de Caribbean Cinemas. Se presentará en Plaza Las Américas, San Patricio Plaza, Plaza del Sol, Plaza Escorial, Plaza Fajardo, Montehiedra, Las Catalinas Mall, Ponce Town Center, Western Plaza y Arecibo.