Dustin Hoffman y Emma Thompson, dos de los actores más respetados de sus respectivas generaciones, protagonizan el estreno de hoy titulado “Last Chance Harvey”, comedia romántica que le da un toque de gracia y madurez a uno de los géneros más populares del cine con una encantadora historia de amor entre dos personas que ya no creían en él.

La diestra pareja de artistas, ambos maestros de la comedia, irradia la pantalla grande con su irresistible química. Tanto Hoffman como Thompson se desempeñan con suma elegancia en sus respectivos roles, convirtiendo en personajes tridimensionales dos papeles que fácilmente se pudieron haber desviado hacia el cliché, gracias en gran parte al libreto del director y guionista británico Joel Hopkins. 

El título del filme funciona en dos niveles: “Harvey” (Hoffman), pianista de jazz que se dedica a escribir música para comerciales, debe viajar a Londres para asistir a la boda de su única hija, en la que quizá sea su última oportunidad para remediar su turbulenta relación con ella. A la misma vez, un encuentro inesperado en el aeropuerto con una empleada (Thompson), podría representar su última conquista amorosa.  

En momentos cuando el género de la comedia romántica cada vez se siente más y más repetitivo, películas como “Last Chance Harvey” consiguen refrescarlo y demostrarnos que aún hay muy buenas historias que contar. Son muchas las que se filman sobre el amor durante la juventud, pero no son frecuentes las que exploran el enamoramiento entre personas adultas, o incluso, en la tercera edad, como hizo la popular “Elsa y Fred”.

Sin embargo, tan importante es lo que se cuenta como la manera de hacerlo. En manos de otra pareja de actores, el resultado quizás no habría sido el mismo, pero afortunadamente éste no es el caso.  Los intercambios verbales entre Hoffman y Thompson poseen una picardía muy natural, con un ritmo para la comedia envidiable, que debería ser estudiado por cualquier persona que desee convertirse en actor.

“Last Chance Harvey” no es una película para morirse de la risa, aunque es muy graciosa. Ideal para quienes demandan un poquito más de madurez de sus comedias y que ya están cansados de ver el mismo material genérico, reproducido una y otra vez.