Antes de que el actor puertorriqueño Benicio del Toro se ganara un Oscar por su interpretación en Traffic, su compatriota José Ferrer había cargado con ese triunfo por su participación en la película Cyrano (1950).

Ferrer, además, construyó parte del camino que hoy cruzan hispanos como Penélope Cruz, Salma Hayek, Antonio Banderas y Edward James Olmos.

Ese legado de José Ferrer (1912-1992) será reconocido con un ciclo de cine en el Colegio de Abogados de Puerto Rico, en Miramar. Las películas se proyectarán sin costo para el público.

“Como dice la frase común, Ferrer puso el nombre de Puerto Rico en alto. Y antes de ganarse el Oscar, estuvo en Broadway. Él iluminó el escenario de Broadway y la pantalla de Hollywood. Abrió una brecha para todos los hispanos”, dijo José Artemio Torres, coordinador del programa de cine del Colegio, en compañía del hijo de José Ferrer, Miguel Ferrer.

La cartelera está integrada por el filme Cyrano, que se exhibirá hoy, miércoles; Moulin Rouge, que se proyectará el jueves; e Isabel, la Negra, que se presentará el 1 de junio. Las funciones serán a las 7:00 de la noche en la sede del Colegio.

Miguel Ferrer, quien heredó la vena actoral de su padre, recibirá el reconocimiento a su padre la noche en que se presenta a Cyrano.

“Este reconocimiento es un honor y estoy feliz por mi padre. Él era un hombre que amaba este lugar profundamente. Tenía muchas memorias de Puerto Rico”, dijo Miguel Ferrer, quien se excusó por no hablar español y en tono de broma le echó la culpa a su progenitor.

El actor (RoboCop, Traffic) mencionó que su padre es ejemplo para la gente joven. “Con su trabajo, llevó el mensaje de que puedes hacer lo que quieras”, comunicó el hijo de la cantante Rosemary Clooney, tía de George Clooney.

Miguel Ferrer estuvo acompañado por el director y actor Efraín López Neris en la conferencia. Neris dirigió el filme Isabel, la Negra (1979), en el que José Ferrer le da vida a un obispo de Ponce que se opone a que el cuerpo de Isabel sea llevado a la catedral de Ponce. La cinta en inglés cuenta la historia de Isabel Luberza Oppenheimer, conocida como Isabel “la Negra”, una mujer poderosa, temida y dueña de un prostíbulo.

“Yo iba a unas conferencias de Shakespeare que Ferrer daba y le dije que quería dirigirlo. Él me dijo que avanzara porque se estaba poniendo viejo. Tenía el sueño de hacer una película y conseguí la capacidad económica con Columbia Pictures. Lo contacté y él estaba deseoso por trabajar en Puerto Rico, donde nadie le ofrecía trabajo”, recordó Efraín López Neris, quien se mostró agradecido por haber laborado junto con alguien que “admiraba y respetaba y con quien seguí una amistad”.