Como ardiente ariana, Marisé Álvarez sintió la necesidad de aventurarse a un nuevo reto como actriz después de consolidar su carrera en el teatro y el cine local. La aprobación de un piloto para un proyecto de cinco años para la cadena Showtime -previo a la pandemia- la montó en un avión hacia Los Ángeles. “Nos fuimos”, dijo entonces.

En marzo del 2020 todo paró, pero la realización del piloto la acercó a una importante agencia de talentos, y eso también fue una oportunidad que, movida por su personalidad inquieta, no desperdició.

Llegó a la meca del cine estadounidense en plan de aprendiz, al punto de tener que aprender a audicionar. “He tenido que aprender muchas cosas y por ese lado ha sido importante para mí, en mi carrera como intérprete, explorar este otro mundo que desconocía, pero no niego que hay mucha ansiedad involucrada”, reconoció sin dejar de saludar a la sicóloga que visita religiosamente una vez al mes para mantenerse centrada en su camino.

“Es bien fácil quitarse, y decir, ‘esto es una locura’”. Ella sigue.

Después de decenas, sino cientos de audiciones -etapa que asume ahora como un taller para mantenerse activa mientras suena el teléfono para una segunda prueba-, hace cuatro miércoles aparece su nombre entre el elenco de la nueva serie Obi-Wan Kennobi (Disney+), en el recién estrenado cortometraje Mancha y en las salas de cine locales con la película Picando Alante.

Hay que seguir, definitivamente.

“Hay algo energéticamente de estar aquí, de la dinámica de la ciudad, o sea, si tú no estás metiéndole caña a eso (audiciones), hay otros metiéndosela hace rato”, expone. “Necesitaba este reto, el cuerpo me lo pedía. El alma me lo pedía y aquí estamos en estas, todavía aprendiendo”.

En la serie Obi-Wan Kennobi encarna a “Nyche”, la madre de “Corran”, un niño “force sensitive”, que pudiera convertirse en un próximo “Jedi”. Es un personaje que ha venido a descubrir más como espectadora de la serie que como intérprete misma, debido en parte al secretismo de Disney.

“Eso fue una gran emoción después de muchos, muchos no. Esto fue, ‘ok, no me puedo quitar, tengo que seguir trabajando para esto que quiero y me llama la atención”, afirma por el teléfono.

Ese sí llegó después de largo tiempo, en el que audicionó con textos y personajes que nada tienen que ver con galaxias. “El primer personaje que audicioné era una jefa de empresa, el otro era una política, el otro era una madre, el otro era una sargento, así que no tiene que ver (con la ciencia ficción/fantasía), son personajes reales, y es interesante, porque aunque es un mundo de ciencia ficción, te ponen a audicionar personajes de la cotidianidad, así que no sabes en realidad para lo que estás audicionando”.

Cuando se encontró en la inmensidad del estudio de filmación, con una tecnología creada para darle vida al mundo en que se desarrolla la serie, estelarizada por Ewan McGregor con la dirección de Deborah Chow, el orgullo propio la conmovió, le puso los “nervios de punta”, aún así se dio la oportunidad de jugar en escena al lado del comediante, Kumeil Nanjiani, uno de sus favoritos.

“Cuando tenemos un colega actor que está en las de jugar, eso ayuda, porque uno entra en el juego y salen los nervios a través del juego, así que le agradezco a él, y todos en el mundo en el que me tocó, todos los colegas fueron maravillosos”.

Fiel a la confidencialidad que le exige la casa productora, no abunda sobre el desarrollo de su personaje en los episodios futuros, aunque deja una buena sospecha.

“La veremos por ahí, porque vive en ese mundo donde están tratando de salvar a estos Jedi”, comenta sin más. “La serie está bien lograda, es muy cinematográfica, es como una película larga”.

Urge priorizar la producción local

Marisé Álvarez está convencida de que la producción local, para televisión o cine, pudiera competir al nivel de proyectos como el que acaba de hacer bajo la sombrilla de Disney.

A simple vista no se cuenta con la tecnología ni con un estudio con las mismas dimensiones, pero eso tampoco lo hay en cualquier destino creativo de cine, advierte. Para ello se necesita presupuesto, porque talento artístico, técnico y de producción, hay para escoger.

“Lo que nos falta en el cine nacional es que el Gobierno nos de prioridad en términos de créditos contributivos y en términos de presupuesto, para que contemos con una mayor capacidad de recursos económicos, porque el cine es muy costoso”, señala.

No rechaza la otorgación de créditos contributivos a producciones extranjeras que escogen a Puerto Rico como destino de filmación, porque ella se ha nutrido de eso, “pero es importante que le demos la misma importancia o más a los proyectos locales”.

Celebra “Picando alante”

La llegada al cine de la primera película de Teatro Breve, Picando alante, todavía la conmueve, por el éxito que representa para la que considera su familia creativa.

“Es un proyecto muy importante, porque es del colectivo en el que llevo 16 años, que ya el hecho de que un proyecto teatral se mantenga por tanto tiempo en Puerto Rico, ya eso es un logro, y que dentro del proyecto nos podamos retar a seguir explorando, es un regalo”, comparte.

Picando alante se mantiene en cartelera en las salas de Caribbean Cinemas.