Los Ángeles. Mark Wahlberg y Christian Bale, dos actores con imán para la taquilla, se convierten en hermanastros en The Fighter, un drama con tintes de comedia oscura basado en hechos reales, que estrenó ayer en Estados Unidos, con el punto de mira puesto en los Oscar.

La historia del tranquilo “Micky Ward”(Wahlberg) y el imprevisible “Dicky Ecklund”(Bale) une boxeo y relaciones familiares a partes iguales en el filme de David O. Russell, acerca de los esfuerzos del primero por lograr el título del peso wélter a mediados de la década de 1980, y de los estragos del segundo por ser su entrenador a pesar de su adicción a la cocaína.

“Hubo un par de momentos en los que tuvimos que frenar a Dickie en su intento por golpear a David”, admitió Bale, de 36 años, en alusión a la presencia del ex boxeador como asesor en el rodaje.

Ecklund, que en su esplendor fue conocido como “el orgullo de Lowell” (un pueblo de Massachusetts), alcanzó su cenit profesional tras una pelea con Sugar Ray Leonard, pero aquella derrota le sumió en una grave crisis personal.

“Hubo algunos cambios en el guión y él no comprendía que, cuando tratas de meter toda una vida en dos horas de película, te tienes que tomar algunas licencias. Al final, vio la cinta y no golpeó a nadie, así que es una alegría”, añadió el actor galés.

Bale, que el próximo año rodará la tercera entrega de Batman, volvió a adelgazar de forma extrema para este papel, aunque no tanto como cuando rodó The Machinist.

“Me sentí bien interpretando este papel y únicamente me dediqué a correr como un loco. Podía correr durante horas y me sentía sano. Siempre suelo bromear diciendo que le doy a la coca cada vez que pierdo peso, pero en el caso de esta película, creo que eso no es gracioso. Realmente, no hay tantos secretos. Corrí mucho”, manifestó.

The Fighter es un proyecto que en principio iba a ser dirigido por Darren Aronofsky, pero por problemas de financiación el rodaje se retrasó hasta que Paramount aceptó dar luz verde cuando se confirmó la presencia de Bale.

Wahlberg, además de ser el protagonista, ejerce como productor en la película, que según la crítica especializada podría conseguir candidaturas a los premios de la Academia de Hollywood en las categorías de mejor película y mejor actor de reparto (Bale), entre otras.

“Parecía que íbamos a hacer la película en 2007 y luego se bloqueó, así que me seguí entrenando. Si alguien me hubiera dicho que tenía que entrenar durante cuatro años y medio para una cinta, hubiera dicho que no. Pero no quise parar, no quería abandonar el proyecto. Lo había prometido, y aunque no tenía la certeza de que se fuera a rodar, al final ha merecido la pena”, comentó Wahlberg, de 39 años.

Al fin y al cabo, tanto Bale como Wahlberg demostraron su entrega como actores al punto de transformar sus cuerpos para dar veracidad a sus personajes, mientras ofrecen interpretaciones memorables.