Nadie se sorprenda si en la próxima tarima a la que suba el cantante Michael Stuart aparecen también figuras como Celia Cruz, Daddy Yankee, Juan Gabriel, Marc Anthony, o cualquier otra con la que se sienta cómodo de imitar.

Tras ganar en la noche del domingo la competencia Tu cara me suena de Univisión/Televisa, el artista puertorriqueño no descarta incoporar las personificaciones en sus espectáculos, un arte que practicaba desde niño y que al inicio de su carrera en el género tropical, lo llegó a incorporar.

“En el concierto que quiero hacer, creo que voy a tener que incluirlo, y si lo incluyo, lo hago con la personificación completa para que la gente pueda vivirlo”, anticipó este lunes en entrevista telefónica.

“Siempre me he considerado un showman, subrayó el cantante, para seguido lamentar que a lo largo de su trayectoria no ha conseguido armonizar con sus anteriores manejadores su deseo de potenciar su versatilidad como artista, la que no se limita al género de la salsa, sino que ha llegado a la televisión, el cine y el teatro.

Michael Stuart ganó el reality show después de una temporada en la que brilló desde el inicio ofreciéndole a la teleaudiencia unas representaciones completas, destacando la interpretación vocal, el vestuario, el maquillaje y el lenguaje corporal. Fue así hasta el último momento cuando salió al escenario como Juan Gabriel, una leyenda musical que, al igual que Celia Cruz, siguen vigentes entre el público a través de una obra musical sin igual.

A quién no le gusta imirtar artistas. Esto es algo que crecemos con eso, queremos cantar como aquel, como el otro, como los artistas que nos gustan, y yo lo hacía mucho. Cuando me llega esta idea, me volví loco. Eso fue lo que definitivamente me sacó de la silla para querer seguir haciendo los proyectos que quiero trabajar”

-Michael Stuart, cantante

De todas las imitaciones, se divirtió y conmovió personificando a OutKast y a Samo, de Camilia, pero fue con la “Reina de la Salsa” que vio cerca la posibilidad de ganar.

Celia Cruz fue la que me dio esa seguridad de que esa última gala iba a estar casi en mis manos, pero esa última gala estuvo fuera de liga, todos hicieron un show brutal, todos sonaron espectacular, y siempre hubo las dudas”, expresó el ahora ganador de $60,000, que donará a la entidad Ola del Cielo, dedicada a ofrecer clínicas y terapias de bodyboarding a niños y jóvenes con Síndrome Down.

“No quería cantar, no quería estar en esta competencia eterna”

Michael Stuart recibió la invitación para unirse a Tu cara me suena cuando su frustración ante las nuevas formas de manejar y promover la música lo tenían con los guantes en la mano, a punto de colgarlos.

No pensé jamás en mi vida que iba estar en un reality, los criticaba, no me gustaba la vibra de los concursantes entre ellos, le tenía un poquito de miedo. Y dije, ‘si esto llegó en este momento de mi vida en el que había estado buscando las respuestas a todo lo que me ha estado pasando, a toda esta negativa que tengo con la industria, de si sigo, si no sigo, y creo que esta competencia me dio lo que me faltaba para meter mano”, compartió.

No quería cantar, no quería estar en esta competencia eterna”, continuó. “Ya yo no compito contra Gilberto (Santa Rosa), Víctor (Manuelle), Domingo (Quiñones), compito con J Balvin, (Daddy) Yankee, con to’ el mundo, porque ahora todo es redes, plataformas, y la radio siempre ha sido de espacios, y llega un trapero de la magnitud de Bad Bunny y ya en ese espacio Michael no puede meter una salsa, y esas cosas te desaniman, porque ya no miran la trayectoria a la hora de darle un apoyo a un artista”.

Ahora se recargó de nuevas energías para encaminar los temas que ya tiene grabados, o lo que pueda surgir a partir de la proyección internacional que le ganó esta experiencia. Igualmente tiene interés de enfocarse en otros negocios en la línea de comida y hospedería temporera.

“Hay muchas cosas que me sacaron de raíz (de la música) y este programa me metió de raíz de nuevo. Fue un halón exagerado. Ahora ya no estoy en competencia. Hago las cosas si me gustan, si las siento, si veo que va a llevar algún mensaje al corazón, no solamente a los pies para bailar. Quiero hacer música con mensaje, que llegue”.