Televisión, radio, cine... La actriz Mónica Pastrana se siente en una etapa de evolución profesional en la que, si bien va contando logros, no deja de añadir metas a su anhelo por sobresalir en nuevos proyectos.

Con plena franqueza habla de sus fortalezas, como también de aquellas áreas que entiende debe dedicarle más atención.

La experiencia en la radio como locutora en La perrera en Salsoul es una de las que ve como un camino de aprendizaje, a pesar de que no es nuevo para ella.

“Tuve la oportunidad de hacer radio hace varios años con Radio ilegal, allí mismo, cuando estaba Agustín Rosario, Lizmarie Quintana y Herbert Cruz. Estuve casi dos años. Pero la experiencia es bien distinta porque en ese otro programa estaba haciendo más que nada personajes. Ahora en La perrera, no”, comparó al hacer referencia a su interacción directa con el público en el espacio en el que se integró en octubre del año pasado.

“Estoy con Eric Valcourt y con Candyman, que son dos veteranos en radio y es un morning show con un estilo muy diferente, así que ellos dos me están llevando de la mano”, resaltó. “Me están guiando y aconsejando sobre cómo establecer los temas, en qué momento uno debe entrar a dar su opinión, crear esta relación con los radioescuchas”.

Dentro de la dinámica laboral, confesó que madrugar para el programa que se transmite a las 5:30 de la mañana de lunes a viernes, no ha sido un proceso fácil.

“Me levanto a las 4:45 de la mañana, pero eso que dicen de que uno se acostumbra, es embuste. Es que el cuerpo ya reconoce y tú sigues por ahí para abajo”, dijo con humor. En este sentido, relató que los miércoles es uno de los días más difíciles para comenzar su jornada laboral, teniendo en cuenta que la noche del martes termina funciones en el programa Raymond y sus amigos (Telemundo) a las 10:00 de la noche.

“Es un poco fuerte en lo que llego (a mi casa) y me preparo para acostarme a dormir. Los martes también me da un poco de sueño porque los lunes nosotros salimos de ensayar como las 8:00 o 9:00 de la noche. Ahora mismo como no está pasando nada en teatro ni animación, eso me da un poco de espacio en el día para yo por lo menos poder coger un nap (siesta) y empato el descanso”.

Hacer reír a través de este programa de comedia, en el que ha sobresalido con caracterizaciones de “Alexandra Múcaro”, “Betty” y la “doctora Viviana Garza”, es una de las labores que más disfruta, en especial por el público que constantemente elogia su desempeño.

“Desde la escuela mis compañeros me decían ‘pero tú eres como payasa’. Me decían que hasta molesta me veo graciosa, así que yo creo que es algo que viene con el chip de Mónica”, analizó. “Me lo disfruto un montón porque trato de verle el lado gracioso a todas a las situaciones, aunque sean malas. El proceso es mucho más divertido porque no te tienes que someter a un sufrimiento para poder encontrar una conexión con el personaje”.

Las medidas preventivas por la pandemia del COVID-19 ha traído retos a esta misión.

“No te voy a negar que al principio se nos hizo difícil porque teníamos mascarilla, que cubre casi todas las expresiones faciales”. Adoptar el uso del face shield tampoco ha facilitado la tarea. “No deja de ser difícil en especial con los que estamos medio cieguitos, que necesitamos espejuelos porque ese plástico no deja ver bien el teleprompter. Yo que tengo problemas midiendo las distancias, a veces piso donde no tengo que pisar”, confesó sobre la dificultad. “Uso espejuelos desde que estoy en tercer grado, pero no uso lentes de contacto porque me resecan el ojo y con el frío del estudio siento que se pone el lente seco”, lamentó.

Más anhelos en agenda

La artista se siente ilusionada con su labor en el filme puertorriqueño El quinceañero de mi abuela, dirigido por Eduardo “Transfor” Ortiz.

Para su papel como “Sonia” en la comedia familiar contó con la guía de la actriz Norwill Fragoso. “Ella fue mi coach. Es excelente maestra porque también se dedica a la educación. Me fue llevando de la mano en el proceso de emociones para poder conseguir lo que se necesitaba en la película”, dijo sobre el proyecto de cine cuya trama aborda el interés de una nieta (Mónica) por llevar ánimo a la abuela “Georgina” (Johanna Rosaly), y para ello decide trabajar en celebrarle la fiesta que anheló pero que nunca tuvo: su quinceañero.

“Estoy bien ansiosa porque salga el proyecto”, expresó la actriz sobre la película que tiene pautado publicar a finales de este año, según reveló. “Tengo fe de que eso me abra las puertas para poder hacer otras cosas para cine o quizás algunas series. Es uno de mis sueños poder hacer una serie para Netflix o para alguna de estas plataformas digitales que están pegadas ahora”, anheló la actriz, quien también se ha desempañado en el teatro. “Por lo pronto, después que yo tenga trabajo en lo que a mí me gusta, estoy feliz”.