“My Best Friend’s Girl”

Protagonistas: Dane Cook, Kate Hudson, Jason Biggs, Mini Anden

Director: Howard Deutch

Las comedias románticas, a pesar de que están regadas como hierba mala en la cartelera anual, son difíciles de hacer. O mejor dicho, son difíciles de hacer correctamente. El argumento puede recurrir a fórmulas pues, en fin, por décadas el género ha sido resistente a la predictibilidad. Lo importante es que el público desee que, a pesar de las dificultes, los protagonistas sean felices juntos.

El problema con “My Best Friend’s Girl” es que no deseamos que estos personajes sean felices. Inclusive, la única razón por la cual deseamos que terminen juntos es para asegurarnos de que sean miserables.

No sugiero que los personajes tengan que parecer sacados de “Friends” o que deba sostenerse la ilusión de que existe siempre la posibilidad del final feliz. Se pueden hacer buenas comedias negras con una actitud cínica hacia el amor. Basta disfrutar ejemplos como “The War of the Roses” o “Intolerable Cruelty”. Pero no puede mezclarse las dos actitudes, como pretende hacer “My Best Friend’s Girl”.

Jason Biggs interpreta aquí a un perdedor, el tipo de personaje que describe perfectamente su carrera como actor. Biggs es un amuleto de mala suerte en las películas, y tal parece que su espacio en la historia del cine será como el tipo que tuvo sexo con un pastel en “American Pie”. Biggs es “Dustin”, un individuo enamorado perdidamente de “Alexis” (Kate Hudson) y condenado al extenuante “te quiero solamente como un amigo”.

Aquí entra “Tank” (Dane Cook, un actor que debe estar trabajando de gratis, porque de otra manera no logro entender su demanda de trabajo), su compañero de cuarto. “Tank” se dedica a que las mujeres regresen con sus ex novios.

El truco consiste en conquistarlas y ofrecerles una cita verdaderamente insoportable, haciendo que las mujeres piensen que deben regresar con el novio abandonado.

Una mujer sensata pensaría, por supuesto, que simplemente debe tratar otro candidato. Pero la lógica del filme, siguiendo la mentalidad machista que permea en el cine sobre la debilidad mental femenina, así lo establece. Si no acepta la premisa, no tolerará diez minutos de filme. En cambio, si abraza el concepto, quizás aguante casi media hora.

Como establece la Primera Ley de la Comedia Romántica, la mujer “víctima” resultará ser un reto inesperado, una mortificante combinación simultánea de atracción y repulsión. Este tipo de situación es el núcleo humorístico de casi todas estas comedias. Así que, si “Tank” habla sucio, el personaje de Hudson demuestra que tiene un vocabulario que parece ser la encarnación de la letrina más vil.

Así que desde el comienzo los dos personajes son desagradables. No solamente entre ellos, sino también para el público. Esto puede funcionar en las comedias negras, como ya mencionamos, pero “My Best Friend’s Girl” no tiene la convicción de seguir el camino trazado, y en el último instante intenta volverse tierna y romántica. Para ese entonces, ya es demasiado tarde para que los personajes se ganen nuestro afecto.