“Nothing Like the Holidays” salpicón de tradiciones boricuas en la Navidad

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Protagonistas: Alfred Molina, Elizabeth Peña, John Leguizamo, Pedro Guzmán, Freddy Rodríguez, Debra Messing, Jay Hernández
Director: Alfredo de Villa
Usted conoce ya este tipo de película. Miembros de una familia se reúnen para una ocasión especial, sea una boda, una cena de Acción de Gracias o, como es el caso en “Nothing Like the Holidays”, para celebrar la Navidad. Hermanos se agruparán nuevamente bajo el techo familiar, y cada cual carga sus propios problemas.
La particularidad en esta ocasión es que se trata de una familia puertorriqueña residente en Chicago. Un hijo regresa de Irak, la nena de la casa sueña con ser artista en Hollywood, uno de los varones atraviesa una crisis matrimonial, mientras que primos y amigos añaden su propio sabor a este caldo de personalidades.
El núcleo del filme lo forman los padres, interpretados por Alfred Molina y Elizabeth Peña. Debo señalar que considero a Molina como un excelente actor y su interpretación es muy agradable, pero ni por un instante me creí que fuese puertorriqueño, ya que no lo proyecta en su aspecto físico y su personalidad. Añadirle toques como que use la expresión mijo no ayuda en la causa.
Pero quizás eso lo notemos quienes vivimos la cultura boricua. La realidad es que el filme se esfuerza en salpicar las escenas con toques de nuestras tradiciones, incluyendo una parranda, distribución de coquito y la mesa siempre llena de comida.
El filme tiene sus toques de humor, muchos de ellos provistos por Luis Guzmán (quien ameritaba más presencia en la película). John Leguizamo también tiene algunos momentos buenos con Debra Messing. Pero, en general, la cinta procura no alejarse mucho del drama ni burlarse de los puertorriqueños.
“Nothing Like the Holidays” es una película muy agradable y entretenida, aunque carezca del peso necesario para hacerla memorable. Lo más importante es que es una cinta que presenta a los boricuas en una luz positiva. Eso, viniendo de Hollywood, es un verdadero regalo de Navidad.