Los dos días que se tomó la presentadora de televisión Rashel Díaz para decidir si aceptaba la proposición de mudarse a Puerto Rico para estar al frente del matutino “Levántate” de Telemundo fueron los mismos que necesitaron sus hijos para adaptarse a la Isla.

“Al comienzo tenía mucha preocupación, porque tengo un varoncito, Juan Daniel, de 10 años, y Daniela, de cuatro, y decía: 'Dios mío, ¿cómo le irá?, ya tiene sus amiguitos, la escuela, otro país', y a los dos días su frase fue: 'Mami, quédate aquí trabajando todo lo que quieras', entonces eso a mí, como madre, me da tranquilidad, me hace relajarme y disfrutar”, manifiesta quien junto a los mexicanos Erika Garza y Alan Tacher conduce el programa, que desde este lunes 10 de noviembre, a las 8:00 de la mañana, se verá en Puerto Rico.

“Yo soy cubana y Puerto Rico me hace recordar mucho mucho mi país” agrega la otrora modelo de “Sábado gigante” y anfitriona de “Decisiones”.

El carisma de los puertorriqueños, dice, ha sido fundamental en este tránsito, que inició hace tres meses.

“Creo que en Estados Unidos, inclusive en Miami aun habiendo tantos latinos, hay mucha frialdad de parte del ser humano hacia el ser humano y aquí no es así”, afirma.

“Realmente no me conocen mucho aquí, sólo por 'Decisiones' o alguien que me recuerda en 'Sábado gigante', y entonces cualquier cosa que yo (diga), 'ay, estoy perdida', 'mira puedes ir aquí' o 'vente yo te llevo', y 'mira, tú estabas buscando esto para la escuela' y yo miraba así (asombrada) y me decía: 'Wow', porque uno se olvida estando en Estados Unidos de que eso existe, así que es como estar en Estados Unidos, pero hablando español y con gente calurosa, yo estoy encantada de la vida. Yo no sé si regrese”, sostiene mientras visita Piñones por vez primera. Anduvo por Bamboobei y El Kiosko Boricua. En el último, Nereida y Nélida le enseñaron cómo hacer alcapurrias, que luego degustó. También ha estado en el Viejo San Juan, el hotel El Conquistador en Fajardo, Culebra y Culebrita.

Rashel, quien emigró de Cuba a los 20 años de edad, encontró en la propuesta de los productores Tony Mojena y Carlos David Ortiz su proyecto ideal.

“Hacía rato estaba esperando la oportunidad de un programa de este tipo. Creo que durante mis 15 años de carrera he pasado por distintas etapas: la de modelo, después cuando me gradué de periodismo me dio por decir que quería hacer noticia seria y yo de seria no tengo ni un pizco así, entonces cuando trataba de ser seria, me reía y, obviamente, dije: 'Esto no es lo mío', pero terminé la carrera igual y lo que hice fue hacer noticias de entretenimiento, que era lo más divertido de la noticia”, cuenta.

Fue así, después de intervenir en programas similares a “Levántate”, que se fascinó con los espacios de variedades.

En este caso, le llamó la atención la multiplicidad de retos que le representaba esta producción, que se realiza aquí para la cadena Telemundo.

Menciona, por ejemplo, el reto de “estar todos los días en vivo”, además de “trabajar con dos personas con las que nunca había trabajado antes”.

Con sus compañeros en el set asegura tener una excelente relación.

“Te lo digo de corazón, sin que me quede nada por dentro, nos llevamos muy bien, hemos hecho una amistad muy linda, muy respetuosa, donde nos aceptamos como somos. Alan es el más loquito de los tres, es el bromista. Erika es la independiente, soltera, que está loca, arrebatada con Puerto Rico. En mi caso, yo casi soy la mamá de los dos”, comenta.

Amor a distancia

Rashel viaja cada 15 días a Miami para que sus hijos compartan con su padre.

Ella, en tanto, comparte con su novio desde hace cerca de un año, el cubano Daniel Sánchez, quien es ingeniero en computación. Él es 10 años menor que ella, que tiene 35.

“Cuando me llamaron para el trabajo, llevábamos nueve meses, comenzando una relación y tú dices: 'Bueno, ¿te atreves o no te atreves?', pero con lo que he aprendido en los años de vida no creo que uno por una relación deba dejar el trabajo ni deba dejar de ejercer el sueño de uno. Él me conoció así, sabía que esto es lo que a mí me gustaba, y dije: 'Vamos a ver, si sobrepasamos esta prueba, es que estaba para nosotros'”, relata.

“Igual uno quedándose no te garantiza que esa persona va a estar a tu lado ni que vas a durar para toda la vida, y para mí lo más importante era que mis hijos estuvieran conmigo”, anota.

La diferencia de edad, confiesa, le causó miedo al principio, aparte, tras su divorcio quería estar al menos cinco años soltera, pero “a mí me gusta mucho bailar y cada vez que íbamos, me lo encontraba, y tú sabes que después de cuatro vueltas de casino, y muchas salidas, dije: 'No aguanto, vamos a ver qué pasa'”.

Su novio, quien igualmente la visita cada dos semanas, es primo de una de sus mejores amigas.

“Hemos sido amigas por 12 años y nunca conocí a ese primo fabuloso”, bromea la también fanática de los ejercicios, la lectura y compartir con familiares y amigos.