El sol era intenso y el agotamiento físico todavía más, pero quienes caminaron ayer con el comediante Raymond Arrieta llegaron a Maunabo fascinados con las hermosas vistas que parecieron aliviarle el camino entre Arroyo y Patillas.

A eso se sumaron los kioscos a lo largo de la costa con una variada oferta de frituras y bebidas que tentaron hasta al mismo artista, según lo confesó al terminar el trayecto del tercer día de la caminata Da Vida, a beneficio del Hospital Oncológico.

“Hoy nos quisieron sabotear el evento, porque estuve a punto de parar para comerme un pincho, una empanadilla de jueyes, por poco le arranco una cerveza a un señor, pero nada nos detuvo”, compartió antes de sumergir los pies en un recipiente con agua y hielo.

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Con 44 millas recorridas, justo a mitad de ruta, ya la piel del animador de radio y televisión estaba tostada por el sol y admitió que el sarpullido y los dolores en las caderas, talones y hamstrings eran difícil de ignorar. “Estoy cansado, pero bien contento con el respaldo del público. Estamos llegando dos horas después de tanta gente que hay”, agregó. 

Arrieta caminó entre una multitud que lo acompañó desde Arroyo, de donde salió a las 10:00 de la mañana hacia el estacionamiento del parque de pelota Francisco Paoli en Maunabo, a donde llegó a las 4:30 de la tarde. Allí se dirigió a los participantes.

“Ya vengo cansado, me duele todo, pero hoy me cargó el pueblo”, expresó apoyado de los voluntarios que no se despegan de su lado.

Su esposa Anamae y su hija Ana Isabel se unieron en el primer tramo hasta el oasis en el barrio Lamboglia en Patillas. También estuvieron el presidente de Telemundo, José Cancela, el productor Tony Mojena y el alcalde de Coamo, Juan Carlos García Padilla.

Alexis Rosa, de Bayamón, arribó temprano al complejo deportivo junto con su amiga Wilma Báez, de Yabucoa, y quien lo acompaña en toda la caminata. “Hay que ayudar a los pacientes de cáncer y en este momento lo hago por una amiga”, expresó el joven, mientras resaltaba la solidaridad de los puertorriqueños. “Se sienten las ganas de ayudar”, dijo.

En sillas de ruedas participaron Mario Cruz Peña y Rosa Delia Díaz, ambos sobrevivientes de cáncer. El joven Milton Rodríguez llegó entre un grupo llamado Escape, de Vega Baja. “En diciembre mi mamá murió y ella vivía para los demás, y por eso estoy aquí, para seguir su ejemplo”, expresó Rodríguez, advirtiendo que su progenitora no falleció de cáncer, pero sintió el deseo de ayudar. Junto a él caminan Mónika Reyes, Josué Rodríguez y otros jóvenes. Todos decidieron realizar distintas actividades durante un año para recaudar fondos para esta actividad. Recaudaron $1,100, que entregarán el último día.

Élida Gómez decidió unirse a la iniciativa movida por la curiosidad. “Era algo que no había hecho antes” y la experiencia le está resultando “fantástica”, según la describió mientras sujetaba la botella de agua que la hidrató a lo largo de las 14.5 millas de ayer.

La caminata continúa hoy hacia el barrio Candelero de Humacao. Hará una parada frente al negocio la Gozadera en Yabucoa. Serán 15.1 millas en este cuarto día del evento a beneficio de los pacientes del Hospital Oncológico.