La cinta Cedar Rapids pertenece a un tipo de cine que  parece estar en peligro de extinción: una comedia hecha por adultos, para adultos. La mayoría de sus protagonistas son mayores de 40 años, aunque su comportamiento sea similar al de unos adolescentes de cuarto año de escuela superior.

Su humor ciertamente es chabacano, pero proviene de las situaciones a las que son expuestos los personajes. No son ofensivas por el mero hecho de serlo. Con toda probabilidad, seríamos muchos los que reaccionaríamos del mismo modo de tener que soportar un fin de semana en una aburrida convención de agentes de seguros en Iowa.

Ed Helms interpreta a “Tim Lippe”, un vendedor de seguros que jamás ha salido de un pequeñísimo pueblo rural en Estados Unidos. Tras la vergonzosa muerte de un colega, “Tim” es enviado por su jefe a asistir a una convención en Cedar Rapids, Iowa, para ganar por cuarta ocasión el premio a la mejor casa aseguradora.

Para “Tim”, la pequeña ciudad de Cedar Rapids es el equivalente a conocer Nueva York, y resulta comiquísimo ver cómo se disfruta hasta la más mínima trivialidad de su aventura en el “mundo civilizado”. Sin embargo, viajar a un centro urbano también trae consigo estar expuesto a su lado negativo, algo que “Tim” experimentará en carne propia.

El guión de Phil Johnston -el primero que escribe para cine- sabe cómo balancear las groserías con una buena historia que no traiciona la integridad de los personajes. Todos hemos cometido estupideces en nuestras vidas -más aún bajo los efectos del alcohol- pero Johnston inteligentemente jamás permite que éstas tengan mayor relieve que el desarrollo central de su trama.

Con su trabajo en la serie de televisión The Office, Helms ha adquirido un pleno dominio de la comedia incómoda, aquella que no te deja claro si debes o no reírte de una situación embarazosa y que definitivamente es un gusto adquirido. La timidez e ingenuidad de su papel forman un balance perfecto con el extrovertido personaje interpretado por John C. Reilly, experto en ser vulgar y simpático a la vez.

Completan el gran trabajo del elenco Anne Heche, como otra vendedora de seguros que ayuda a “Tim”  a salir de su cascarón, y Isiah Whitlock Jr. como el típico bonachón que también sabe cómo pasarla bien. Sin duda alguna, es uno de los mejores repartos de una comedia en los últimos años.

No sorprende que la dirección esté a cargo de Miguel Arteta, cineasta detrás de The Good Girl y programas tan estupendos como Six Feet Under y Freaks and Geeks que se han caracterizado por presentar un tipo de humor real, a veces oscuro, pero sobre todo honesto.