Berlín. A punto de cumplir 60 años, el actor y productor de cine porno Rocco Siffredi ha presentado en la Berlinale ‘Supersex’, una serie sobre su vida que, según su creadora, plantea una reflexión sobre “la deconstrucción de la masculinidad”, aunque el propio intérprete sostiene que su punto de vista no ha cambiado.

Nunca he sentido que haya abusado de nadie”, dijo este jueves en un encuentro con un grupo reducido de periodistas. “Jamás he pensado que en el pasado tratara mal a las mujeres y que ahora haya mejorado; quizá, paso a paso, he logrado entenderlas mejor, pero nunca he sentido que estaba haciendo algo mal”.

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La serie, creada por Francesca Manieri (coguionista de ‘We are who we are’ de Luca Guadagnino) y protagonizada por Alessandro Borghi (‘Suburra’ y ‘Las ocho montañas’), se estrenará en Netflix el próximo 6 de marzo e indaga en el drama personal y familiar del actor, a la vez que muestra la industria del cine porno con una estética pop y frívola, sin asomarse a su lado más oscuro.

Para Manieri, que también coescribió el guion de ‘L’immensitá’ (2022), protagonizada por Penélope Cruz, la contribución de la serie al debate sobre la igualdad de sexos es que trata de profundizar en el concepto de la masculinidad como “constructo cultural”.

“Lanzamos una pregunta sobre el estado de la relación entre lo masculino y lo femenino, sobre cómo se han construido los géneros, qué nivel de toxicidad hay en esta relación”, aseguró, “con la esperanza de que cambie el paradigma cultural y un nuevo reencuentro entre los sexos masculino y femenino sea posible”.

Siffredi, cuyo verdadero apellido es Tano, publicó sus memorias en 2006 y en 2016 estrenó en la Mostra de Venecia un documental sobre su vida. Dice que un 98% de lo que cuenta ‘Supersex’ es real, incluida una polémica escena que filmó hace años en la que introducía la cabeza de una actriz en un retrete durante el acto sexual.

“A menudo me han descrito como un intérprete fuerte que a veces ha usado sexo violento, pero esto nunca ha sido un problema para mí porque siempre han sido escenas hechas de forma consensuada con el resto del equipo”, dijo.

Presume de haber introducido ese tipo de porno en Estados Unidos y dice que se puso de moda porque la gente quería verlo. “Es algo que aprendí de las chicas, no lo aprendí yo solo, no me desperté una mañana y dije, voy a practicar sexo duro”, señaló.

Lo divertido es que ahora las mujeres son como los hombres en la pornografía, hay muchas chicas haciendo el papel del fuerte y a la gente le encanta, es solo un rol”, afirma.

La trama arranca en su infancia en Ortona, un pueblo en la costa este de Italia, en el seno de una familia humilde, un padre amargado, violento y parco en palabras y una madre que no le presta la atención que él reclama.

Es una infancia marcada por la marginalidad, la pobreza, la violencia del entorno y una educación machista y católica. Su gran referente masculino es su medio hermano mayor (Adriano Giannini), que acaba en la delincuencia.

El descubrimiento del sexo llega en uno de los momentos más traumáticos de su incipiente adolescencia, a través de un cómic llamado ‘Supersex’.

Nací para esto”, dice Siffredi cuando le preguntan por qué se ha dedicado al porno. “Adoro este mundo y hoy sigo pensando que no pude hacer nada mejor que lo que hice”.

La serie muestra también sus dificultades para compaginar sexo y amor. El actor está casado en la vida real desde hace 30 años con una exactriz porno con quien tiene dos hijos.

“El sexo con amor es lo mejor”, afirma, “pero puedo hacerlo también sin amor, simplemente como disfrute y algo divertido, mi mujer en cambio no puede, necesita tener una conexión”.

Dice haberse enamorado tres veces en su vida y que en una ocasión lo dejó todo por amor, pero después se arrepintió. “Me dije que nunca más dejaría mi trabajo por ninguna chica en el mundo, a mi mujer fue lo primero que le advertí y ese es el motivo por el que seguimos juntos”.

En cuanto a cumplir 60, asegura que aún no se lo cree, pero que se siente tranquilo y relajado. “Mi vida sexual sigue siendo muy activa pero está bajo control, no como antes”.

Su mujer le ha preparado el plan para celebrarlo. “Sabe que me encantan los gorilas y está organizando un viaje, con ella y con mis hijos para ir a verlos al Congo”.