“Seven Pounds” disyuntiva entre el deber y el amor

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Protagonistas: Will Smith, Rosario Dawson, Woody Harrelson
Director: Gabriele Muccino
“SEVEN Pounds” es una película sobre cicatrices, no sólo físicas, sino también emocionales. Esas cuyas marcas están más allá de la cirugía estética y que, a veces, ni el paso del tiempo es capaz de sanarlas. El tipo de las que se llevan indelebles en el alma.
El párrafo anterior revela más sobre la trama que el propio póster o corto de la cinta. Decir más sobre sus secretos significaría privarlo a usted de descubrirlos. Si ha estado pendiente a la publicidad que ha precedido a la cinta, quizá ya sepa que su premisa gira en torno a un hombre que debe elegir a siete extraños y cometer siete actos que cambiarán sus vidas para siempre.
“Ben Thomas” (Will Smith) es ese hombre, un agente del Servicio de Rentas Internas federal que selecciona meticulosamente los archivos de contribución de ingresos de siete personas e indaga en sus vidas para asegurarse de que son dignos de los regalos que proyecta realizarles.
Sus planes se ven alterados sorpresivamente cuando comienza a enamorarse de una paciente terminal y se ve forzado a decidir entre continuar con su misión o entregarse de lleno ante este nuevo amor.
Parte película de misterio, parte drama emocional, “Seven Pounds” cautiva al espectador durante su primera mitad, manteniéndolo interesado en la intriga de por qué “Ben” siente que debe hacer lo que pretende hacer, en un intento por remediar un gravísimo error de su pasado. Sin embargo, una vez se hacen obvias sus verdaderas intenciones, la película pierde su impulso y lo único que puede esperar el público es aguardar pacientemente por la llegada del inevitable y anticipado final.
Esto no quiere decir que el filme no tenga sus méritos, particularmente dentro del marco actoral. Rosario Dawson (“Clerks II”, “Sin City”), quien interpreta el interés amoroso de “Ben”, provee una actuación sumamente conmovedora, mucho más genuina que la del propio Smith, cuyo trabajo, aunque en general muy bueno, nunca deja de sentirse como un aparente intento por buscar una candidatura al Oscar.
A pesar de sus fallas, el largometraje cumple con su propósito de entretener y, en ocasiones, sacudir los sentimientos del público. Su desenlace es bastante controvertible, incluso un tanto increíble, por lo que dependerá de sus propias prerrogativas si está de acuerdo con el mensaje que la cinta le desea llevar.