Siembra de terror en casa

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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“The Strangers”
Protagonistas: Alex Fisher, Peter Clayton-Luce, Scott Speedman, Liv Tyler, Gemma Ward
Director: Bryan Bertino
Clasificación: R
El mayor horror no es aquel que enfrentas en una cueva, en el mar o en el espacio. El miedo mayor es la visita de la maldad injustificada a nuestro propio hogar. Desde el asesinato de una familia con dos hijos en 1959 narrado por Truman Capote en “In Cold Blood”, hasta la horrible masacre de 1969 en la que la comuna de Charles Manson asesinó a varias figuras de Hollywood durante una fiesta (incluyendo a la actriz Sharon Tate, quien tenía sobre ocho meses de embarazo), los invasores violentos son la mayor pesadilla.
Así que los “extraños” que llegan a atormentar a inocentes han sido figura fija en Hollywood, desde el filme “Straw Dogs” en 1971 hasta el año pasado con “Vacancy”. Inclusive, esta semana nos llega en dos tipos de filme muy distinto. Un tratamiento “artístico” llega a Fine Arts en “Funny Games”, pero para las masas más adeptas a los modelos de cine comercial llega “The Strangers” (“Los extraños”).
La premisa no se aleja de los escenarios ya descritos. En este caso, tenemos un caso supuestamente basado en un incidente de la vida real. Liv Tyler y Scott Speedman interpretan a una pareja de recién casados, quienes tienen cierta dificultad para consumar el matrimonio y aceptar la decisión que han tomado. Se encuentran en la intimidad del hogar cuando alguien toca a la puerta.
Entonces entra el terror. Tres desconocidos proceden a atormentarlos. Uno de ellos es un hombre vestido elegantemente, con una máscara de espantapájaros. Le acompañan dos mujeres con caretas de maniquí. No se sabe lo que buscan o quieren, pero es obvio que pretenden matar a la pareja.
Como es usual en la fórmula de estas películas, los protagonistas probarán varios intentos y planes de salvación. El público, mientras tanto, presenciará la situación mientras se come las uñas, protegido con el pensamiento de que, después de todo, es una película y están a salvo en el cine. Claro, cuando regresen tarde en la noche a su casa, no sabemos qué les espera.