Sortilegio no es tan encantadora

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Dicen que todo es según el color del cristal con que se mira, y ese refrán muy bien se puede aplicar a la nueva telenovela de Univisión, Sortilegio, que estrenó el miércoles.
Si a usted le gusta el estilo melodramático que caracterizó las telenovelas de los años 70 y 80; si no le molesta que en la historia hayan incluido todos los clichés posibles (la niña pobre que se enamora del rico, los hermanos que se odian sin saber que son hermanos y los hijos que llaman “madre” a su mamá); y no le incomoda que desde el principio pueda predecir qué es lo que va a ocurrir en el resto de la trama, Sortilegio está hecha a su medida.
De lo contrario, la producción, que tiene como protagonistas a William Levy (“Alejandro”) y Jackeline Bracamontes (“María José”), le parecerá demasiado trillada como para comprometer una hora cinco días a la semana.
El primer capítulo sirvió para dar el trasfondo a la historia, que inició en 1977 cuando “Victoria” (Daniela Romo) le fue infiel a su marido y quedó embarazada de “Antonio Lombardo” (Fernando Allende). De entrada, la escena resultó poco creíble, ya que no hubo maquillaje que ayudara a que Romo luciera 30 años más joven. En realidad parecía que estaba lista para celebrar Halloween vestida de hippie.
El fruto de ese “cuernito” fueron los gemelos “Bruno” (David Zepeda) y “Raquel” (Chantal Andere), quienes se criaron en Londres con “Victoria” y su esposo, sin saber que éste no era su verdadero padre. Cuando ella queda viuda, regresa a México y descubre que su viejo amor también es viudo y tiene un hijo, “Alejandro”. La pareja se casó de inmediato y 20 años más tarde “Antonio” fallece accidentalmente (¡qué poco le duró el guiso a Fernando!).
“Alejandro” queda al frente de la empresa de su padre, lo que provoca la ira de “Bruno”, quien elabora un plan macabro para sacar del medio al protagonista y que los enfrentará por la misma mujer.
A pesar de las horribles pelucas que lució, la actuación de Daniela Romo logra destacarse. Y como suele suceder, el villano actúa mejor que el protagonista, pero el segundo es más guapo. La verdad es que lo que más me gustó de Sortilegio fue el tema musical, que es interpretado por Il Divo.